BEGIN:VCALENDAR VERSION:2.0 PRODID:-//jEvents 2.0 for Joomla//EN CALSCALE:GREGORIAN METHOD:PUBLISH BEGIN:VTIMEZONE TZID:America/Caracas BEGIN:STANDARD DTSTART:20191210T000000 RDATE:20380118T231407 TZOFFSETFROM:-0400 TZOFFSETTO:-0400 TZNAME:America/Caracas -04 END:STANDARD END:VTIMEZONE BEGIN:VEVENT UID:143a178f524a9aff728ad30d67c7ceab CATEGORIES:Efemérides CREATED:20161208T125651 SUMMARY: La Última Proclama del Libertador (1830) DESCRIPTION: \n Tal día como hoy, hace 184proclama bolivar años, desde su lecho de enf ermo y previendo su inminente muerte, el Libertador, Simón Bolívar, dictó s u última proclama a favor de la unión de la Gran Colombia.\n Bolívar, -qui en se encontraba alojado en Santa Marta, vía Cartagena para intentar trasla darse a Europa-, fue expulsado de la Nueva Granada por el presidente de ese país, Francisco Paula de Santander, por motivaciones políticas, al agravar se las pugnas políticas internas que motivaron su renuncia a la primera mag istratura de la Gran Colombia.\n El patriota suramericano, al llegar a las costas colombianas, se aloja en la Quinta de San Pedro, acompañado de sus fieles seguidores. Allí dicta al notario Catalino Noguera sus últimas palab ras, en las cuales hace referencia a los grandes riesgos y los constantes a taques difamatorios, en su contra. Recuerda además, los actos y planes de m agnicidio dirigidos hacia él, por los grupos separatistas, impulsados por S antander y su entorno del Partido Liberal.\n En el texto, Simón Bolívar de staca su humildad perdonando no sólo el desconocimiento de su autoridad com o presidente, sino también los intentos de asesinatos. Hace un llamado a la unión de las facciones políticas, y exhorta a dejar de lado las ambiciones personales en bien de los pueblos latinoamericanos.\n Firmó su testamento y recibió los Santos Sacramentos de manos del humilde cura de la aldea de Mamatoco, quien llegó en la noche con sus acólitos y varios indígenas. Lueg o, rodeado de sus más íntimos amigos, como José Laurencio Silva, Mariano Mo ntilla, Joaquín de Mier y Fernando Bolívar, el notario Catalino Noguera emp ezó a leer el histórico documento, pero apenas llegó a la mitad, porque la emoción y el dolor le ahogaron la voz. Continuó la lectura Manuel Recuero. La última Proclama dice así:\n \n Simón Bolívar,\n Libertador de Colomb ia, etc.\n A los pueblos de Colombia\n Colombianos:\n Habéis presenciado mis esfuerzos para plantear la libertad donde reinaba antes la tiranía. He trabajado con desinterés, abandonando mi fortuna y aun mi tranquilidad. Me separé del mando cuando me persuadí que desconfiábais de mi desprendimient o. Mis enemigos abusaron de vuestra credulidad y hollaron lo que me es más sagrado, mi reputación y mi amor a la libertad. He sido víctima de mis pers eguidores, que me han conducido a las puertas del sepulcro. Yo los perdono. \n Al desaparecer de en medio de vosotros, mi cariño me dice que debo hace r la manifestación de mis últimos deseos. No aspiro a otra gloria que a la consolidación de Colombia. Todos debéis trabajar por el bien inestimable de la Unión: los pueblos obedeciendo al actual gobierno para libertarse de la anarquía; los ministros del santuario dirigiendo sus oraciones al cielo; y los militares empleando su espada en defender las garantías sociales.\n ¡ Colombianos! Mis últimos votos son por la felicidad de la patria. Si mi mue rte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la Unión, yo baja ré tranquilo al sepulcro.\n Hacienda de San Pedro, en Santa Marta, a 10 de diciembre de 1830.\n Fuente: YVKE Mundial Foto: UBV X-ALT-DESC;FMTTYPE=text/html:
Tal día como hoy, hace 184
años, desde su lecho de enfermo y previendo su inminente mu erte, el Libertador, Simón Bolívar, dictó su última proclama a favor de la unión de la Gran Colombia.Bolívar, -quien se encontraba alojado en Santa Marta, vía Cartagena para intentar trasladarse a Europa-, fue expuls ado de la Nueva Granada por el presidente de ese país, Francisco Paula de S antander, por motivaciones políticas, al agravarse las pugnas políticas int ernas que motivaron su renuncia a la primera magistratura de la Gran Colomb ia.
El patriota suramericano, al llegar a las costas colombianas, s e aloja en la Quinta de San Pedro, acompañado de sus fieles seguidores. All í dicta al notario Catalino Noguera sus últimas palabras, en las cuales hac e referencia a los grandes riesgos y los constantes ataques difamatorios, e n su contra. Recuerda además, los actos y planes de magnicidio dirigidos ha cia él, por los grupos separatistas, impulsados por Santander y su entorno del Partido Liberal.
En el texto, Simón Bolívar destaca su humildad perdonando no sólo el desconocimiento de su autoridad como presidente, sin o también los intentos de asesinatos. Hace un llamado a la unión de las fac ciones políticas, y exhorta a dejar de lado las ambiciones personales en bi en de los pueblos latinoamericanos.
Firmó su testamento y recibió l os Santos Sacramentos de manos del humilde cura de la aldea de Mamatoco, qu ien llegó en la noche con sus acólitos y varios indígenas. Luego, rodeado d e sus más íntimos amigos, como José Laurencio Silva, Mariano Montilla, Joaq uín de Mier y Fernando Bolívar, el notario Catalino Noguera empezó a leer e l histórico documento, pero apenas llegó a la mitad, porque la emoción y el dolor le ahogaron la voz. Continuó la lectura Manuel Recuero. La última Pr oclama dice así:
Simón B olívar,
Libertador de Colombia, etc.
A los pueblos de Colombia
Colombianos:
Habéis presenciado mis esfuerzos para plantear la libertad donde reinaba antes la tiranía. He trabajado con desinterés, abandonando mi fortuna y aun mi tranquilidad. Me separé del man do cuando me persuadí que desconfiábais de mi desprendimiento. Mis enemigos abusaron de vuestra credulidad y hollaron lo que me es más sagrado, mi rep utación y mi amor a la libertad. He sido víctima de mis perseguidores, que me han conducido a las puertas del sepulcro. Yo los perdono.
Al des aparecer de en medio de vosotros, mi cariño me dice que debo hacer la manif estación de mis últimos deseos. No aspiro a otra gloria que a la consolidac ión de Colombia. Todos debéis trabajar por el bien inestimable de la Unión: los pueblos obedeciendo al actual gobierno para libertarse de la anarquía; los ministros del santuario dirigiendo sus oraciones al cielo; y los milit ares empleando su espada en defender las garantías sociales.
¡Colom bianos! Mis últimos votos son por la felicidad de la patria. Si mi muerte c ontribuye para que cesen los partidos y se consolide la Unión, yo bajaré tr anquilo al sepulcro.
Hacienda de San Pedro, en Santa Marta, a 10 de diciembre de 1830.