Presidente sudafricano
El presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, condenó hoy un nuevo brote de violencia en Johannesburgo que costó el domingo la vida a dos personas y transmitió sus condolencias a las familias respectivas.
Los muertos, uno de bala y otro apuñaleado, fueron las víctimas de una protesta de hombres armados ayer en Jeppe, una localidad de Johannesburgo, donde se informó fueron detenidos 16 sospechosos.
Una nota oficial señala que el Presidente exhortó a las agencias del orden a mantener la vigilancia y ser firmes contra grupos que toman la ley en sus manos y violan la dignidad de los derechos de personas, sin presentar quejas a las autoridades competentes.
El mandatario subrayó que su gobierno no permitirá brotes esporádicos de violencia e ilegalidades en contra de la seguridad y los medios de vida de millones de sudafricanos y de otros nacionales africanos que radican en el país y respetan las leyes, por lo que tienen el derecho de realizar en paz sus negocios y sus vidas.
La anarquía, las lesiones y la muerte infligen un gran costo psicológico y económico que dura mucho tiempo después que las víctimas son enterradas, los responsables arrestados y se limpian las calles, señaló.
El Presidente opinó que esta situación ‘frena a nuestro país y socava todos los esfuerzos que estamos haciendo para hacer crecer Sudáfrica y ofrecer oportunidades a todos los que viven en el país’.
Insistió en que la anarquía es un delito contra la prosperidad y estabilidad de Sudáfrica y advirtió que quienes desean alterar el orden público deben esperan el total peso de la ley.
Fuente: WanafricaNEWS
Observatorio de Medios del Centro de Saberes Africanos, Americanos y Caribeños