UNICEF
Un reporte del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) reveló que los ataques a instalaciones de agua y saneamiento en zonas de conflicto ponen en peligro la vida de millones de niños, convirtiéndose en una amenaza mucho mayor que la misma violencia.
Este informe de la Unicef publicada por la agencia de noticias Prensa Latina, reiteró que la falta del vital líquido se ha convertido en una realidad mucho más mortal que el grado de agresividad que se vive en aquellos países que enfrentan guerras.
Seguidamente, se destaca que este trabajo se centró en nueve naciones, en donde prevalecen la violencia y los conflictos, y también analiza el impacto que tienen los ataques en los menores de edad.
El estudio de la Unicef reflejó que se estima que en la actualidad unos 48 millones de personas necesitan servicios de agua potable y saneamiento en la República Centroafricana, Iraq, Libia, Palestina, Pakistán, Sudán, Siria, Ucrania y Yemen.
En este sentido, Unicef abogó por la protección de los servicios de agua y saneamiento como un factor fundamental para garantizar la supervivencia de millones de niños en todo el mundo.
la referida agencia de la Organización de las Naciones Unidas con sede en Nueva York y que provee ayuda humanitaria y desarrollo a niños y madres en países en desarrollo, insistió en que las partes en conflicto deben poner fin de inmediato a los ataques contra esos servicios, y cumplir con sus obligaciones de proteger a los menores.
Igualmente, instó a tomar medidas más firmes para exigir responsabilidades a los autores de esas agresiones.
Por su parte, el director de programas de emergencia de Unicef, Manuel Fontaine, enfatizó que nunca debe utilizarse como táctica de guerra, el acceso al agua por ser un medio de supervivencia, ya que la escasez del flujo de este líquido vital podría provocar enfermedades como el cólera y la diarrea, incentivando incluso su acelarada propagación y en muchos casos, con consecuencias fatales.
Además, puntualizó este informe de la Unicef, basado en Fontaine, que los hospitales no pueden funcionar y se incrementan las tasas de desnutrición y emaciación (adelgazamiento patológico).
Para concluir, advirtió que a menudo los niños y las familias se ven obligados a salir en busca de agua y esto los expone, en particular a las niñas, a un mayor riesgo de sufrir daños y violencia.
Fuente: UltimasNoticias
Publicado por AiSUR
Premio Nacional de Periodismo Necesario Anibal Nazoa 2020