La capital de Mauritania, Nuakchot, se encuentra en un estado de agitación tras la reciente visita de una delegación europea encabezada por el Primer Ministro español Pedro Sanchéz y Ursula Von Der Leyen, Presidenta de la Comisión Europea.
Durante la visita, Mauritania firmó un acuerdo de asociación con la UE para luchar contra la migración irregular, que incluye la repatriación de inmigrantes mauritanos indocumentados. A cambio, Mauritania recibirá más de 500 millones de euros en ayudas, así como proyectos en los sectores del transporte y la energía.
Sin embargo, este acuerdo se ha topado con una fuerte oposición de la clase política y de la sociedad civil, que denuncian lo que perciben como un desprecio por parte de la Unión Europea y la debilidad del gobierno.
Samory Ould Beye, destacado líder de opinión y sindicalista, que se desempeña como Secretario General de la Confederación Libre de Trabajadores de Mauritania (CLTM), expresó su preocupación por el acuerdo. Declaró: "Este acuerdo apunta a la integridad territorial de Mauritania así como a los intereses supremos de la nación. Nos involucra en un acuerdo cuyas consecuencias no podemos soportar y que desestabilizará nuestro país. Apuntan a este país porque creen que es frágil y que se le puedan imponer ciertas políticas y visiones de acuerdo con sus intereses".
La policía mauritana disolvió una manifestación organizada por el movimiento "Kafana", que pedía la anulación del acuerdo y rechazaba "la venta de Mauritania con el objetivo de convertirla en una patria alternativa para los inmigrantes ilegales".
Fuente: Africanews
Publicado por AiSUR
Premio Nacional de Periodismo Necesario Anibal Nazoa 2020