Haití 220 años en opresión y resistencia
Por: Carlos Bravo Echenique
En el siguiente artículo es un relato histórico de las luchas haitianas que comenzaron desde el el mismo momento de su independencia el 1o de Enero de 1804. La llamada a ser la luz de la enmacipación de América ha sufrido opresiones, invasiones de Europa y EEUU, calamidades naturales y el maltrato de organismos multilaterales como la ONU. Arriba Haití a 220 años sumido en el empobrecimiento y en la poca solidaridad de la comunidad internacional.
La rebelión de los esclavizados negros
En 1665, Francia despoja a España la parte occidental de la isla, La Española (Quisqueya), hoy Santo Domingo, posteriormente, con el tratado de Ryswick firmado el 20 de septiembre de 1697, da por terminado el conflicto de Inglaterra, Holanda y España con Francia. De esta manera, se formaliza la cesión de esa zona a Francia, la cual estaba en manos de los españoles, en donde, adquirió el nombre de Saint-Domingue, existiendo la primera capital Cabo Francés (actual Cabo Haitiano), puerto ubicado en el norte del país. “Francia obtiene de España la parte occidental de la isla de Santo Domingo (que luego se convertiría en Haití)”1. La isla prontamente se transformó en la principal colonia francesa con más potencial económico, gracias a la expansión de plantaciones de azúcar, llegando a representar la mitad del consumo del rubro de Europa, donde sus principales productos de exportación eran el azúcar, el café, el tabaco, entre otros. “El cultivo de la caña de azúcar convierte a Haití en una de las colonias más prósperas del Caribe gracias a la demanda del recién independizado Estados Unidos”2. Haití era una colonia prospera, porque se sustentaba en la mano de obra esclavizada que solamente beneficiaba a los colonizadores franceses, y los grandes terratenientes que exportaban el azúcar y otros rubros a Francia y, a varios países de Europa.
Resultados de la independencia haitiana
El territorio se independizó de Francia el de 1 enero de 1804 y adoptó el nombre de Haití, convirtiéndose en la segunda nación americana en independizarse, luego de los Estados Unidos. Es la primera república "negra" del mundo, y una de las pocas rebeliones de esclavizados culminada con éxito en la región. En la rebelión, los blancos con muy pocas excepciones, son exterminados o expulsados del país, por lo que éste queda habitado y gobernado por negros y mestizos. La economía de las plantaciones, sin la mano de obra esclava desciende bruscamente, afectando a la población haitiana sensiblemente; a pesar de diversos intentos de reactivarla mediante trabajos forzados remunerados. Ante esta situación, los esclavizados libertos se ven forzados a cultivar para su subsistencia familiar.
Haití, sufrirá un largo período de aislamiento internacional promovido fundamentalmente por las potencias europeas como Francia, España, Inglaterra y los Estados Unidos, que no admitían la existencia de una nación gobernada por ex-esclavos; lo que implicaba una amenaza para sus propios sistemas. Además, la Revolución Haitiana impacto en toda la zona del Caribe, asestando un duro golpe al sistema esclavista predominante en la región.
La economía de Haití después de la lucha de independencia liderada por el líder Dessalines se vio truncada por el bloqueo impuesto por los imperios francés, español, británico y estadounidense que fueron derrotados por los esclavizados negros de la isla caribeña. Aunado a ello, las contradicciones que existieron entre los líderes de las regiones, comenzando por Toussaint, Dessalines, Henri Christophe, Petion, entre otros; donde, cada uno de los líderes que intervinieron en la contienda, se auto-proclamaban presidente, monarca o emperador del territorio recuperado, provocaron una anarquía que en la isla, siendo un obstáculo para relanzar la economía haitiana.
A partir de ese momento, Haití se fue convirtiendo en el país más pobre de la región. Su economía, en la actualidad, está basada en la subsistencia (la economía informal), paradójico en un lugar que anteriormente, gracias a la producción de azúcar, el café, el tabaco era el sustento de los imperios.
“Haití es hoy uno de los países más pobres del planeta. Los siglos XIX y XX han contemplado la profundización continuada de la fisuras entre un mundo campesino y el de los estratos negros y mulatos que han pugnado agónicamente por la hegemonía en el país”3. Lastimosamente, el costo de la independencia le ha valido caro a los ciudadanos haitianos, los dominios derrotados como Francia, no le perdonaran nunca a los caribeños haberse liberados de las garras imperiales, debido a la habilidad política, que tuvo Toussaint, en combatir a las tropas francesas dentro del territorio haitiano, con los pertrechos suministrados por Napoleón, haciéndole creer, que los mismos, eran para combatir a los Británicos, españoles, holandeses, etc.., por este hecho, Haití será “tratado como enemigo por Francia”, cuya escuadra, “está pronta para establecer el bloqueo más riguroso de los puertos de la isla”4.
Debido al bloqueo impuesto por Francia a la isla caribeña y, la solidaridad en conjunto de los países imperiales en no establecer relaciones comerciales con el territorio insular, obligaron a las autoridades del país a sucumbir ante las presiones de los imperios. “La economía haitiana dependía de la exportación de productos agrícolas a Francia y Nueva Orleans (…). La potencia francesa, los Estados Unidos y Canadá, suspendieron la importación de bienes haitianos hasta la debacle de su economía”5 .
Es importante resaltar, que Francia, en un reglamento con fecha 17 de abril de 1825, impuesta por Carlos X, “concede” al nuevo Estado su independencia a cambio del pago de 150 millones de francos de oro para indemnizar a los antiguos colonos y del compromiso de intercambios comerciales privilegiados en favor de Francia.
Incluso, el gobierno francés indujo un bloqueo contra la azúcar haitiana, provocando gran afectación a la economía de la incipiente República. Nacía así la doble deuda externa de Haití, el altísimo precio que el Estado afro-descendiente tuvo que pagar para ser reconocido como tal en el ámbito internacional. Años más tarde, Haití solicitó a Francia restablecer los vínculos diplomáticos y comerciales, para ello la potencia europea en 1825 envió varios navíos con 500 cañones para firmar un “Tratado”. Demandaban una “reparación” de 150 millones de francos oro posteriormente reducidos a 90 millones, en todo caso, la suma era exorbitante, considerando que Napoleón vendió la Luisiana a Estados Unidos por 80 millones en 1803. Haití pagó las reparaciones a Francia en 1833, y para finiquitar rápidamente la impuesta deuda tomó préstamos con altos intereses, al parecer, a bancos estadounidenses, cuyo repago aparentemente finalizó en 19476.
Este es el peor cinismo que puede hacerle un imperio a un país que optó por ser libre e independiente. En todo caso, la indemnización debía ser para los haitianos, dado que fueron sus ciudadanos esclavizados por los franceses para sus beneficios corporativos en perjuicio de los habitantes negros de la isla, provocando de esta manera, una pobreza extrema que hasta nuestros días se ve reflejada en la isla caribeña. “La doble deuda de la independencia, la deuda con el Estado francés para indemnizar a los antiguos colonos y la deuda con los banqueros parisinos. Pero la situación económica del país, luego de años de guerra y de un bloqueo, ya no es la situación de la floreciente colonia, veinte años atrás”7.
Siglo XX, la opción Aritide
En el siglo XX Haití, ha sido víctima de la ocupación estadounidense, donde, tropas Yankee, le sustrajeron el oro de las bóvedas del banco Central haitiano; lo que se traduce en un vulgar robo. Provocando dentro de la isla un clima desolador en contra de la población haitiana. Su economía diezmada con un Estado débil, da muestra de la falta de voluntad políticas de la élite gobernante, para enfrentar las políticas impuestas desde la metrópolis.
Al riesgo de un Estado muy débil, necesitado constantemente de protección exterior, formal durante el siglo XIX, abierta con la ocupación norteamericana de 1916 a 1935 que antecede a la emergencia de los episodios de dictaduras populistas y sanguinarias del siglo XX: el balance no puede ser más penoso. Sucintamente: la renta per cápita de sus casi ocho millones de habitantes ha declinado imparablemente en la última década; el déficit en alimentos progresa anualmente, agravando una tasa de cobertura de las importaciones que no supera el 30 por 100; la deforestación derivada del uso masivo de carbón vegetal amenaza los fundamentos mismos del mundo campesino que sobrevive en el pays dehors, arrojando a la emigración hacia los bidonvilles o hacia América del Norte; los 58 años de esperanza de vida, con un 74 por 1.000 de mortalidad infantil, registran un fondo de pobreza ciertamente espeluznante8.
En la última década del siglo XX, hace su presencia en la política haitiana Jean Bertrand Aristide, los sectores menos favorecidos de la isla caribeña, se convirtió en la persona carismática y querida por su pueblo, que podía llevar el destino del país hacia una vida justa entre iguales.
“Aristide fue el prototipo del hombre de acción haitiano: era pobre, religioso, militante, deseoso de cambiar la situación y sobre todo extremadamente inteligente, además de querido por los de «abajo»9”.
Aristide quiso implementar medidas urgentes en favor de su pueblo, como la reforma agraria, saneamiento de la economía, combate a la corrupción, seguridad social a la población, dotación a los cuerpos policiales para combatir el crimen, la acción cívico-militar, en esta nueva coyuntura política, el pueblo se convirtió en el protagonista del nuevo gobierno, entre otros.
Resulta claro, que por la actitud tomada por el primer mandatario en favor de la mayoría de los haitianos que estaban en pobreza extrema, estaba latente un golpe de Estado, en su contra que se produjo a su regreso de Nueva York, el 30 de septiembre de 1991, dirigido por el propio general Cedras, apoyado por la cúpula militar y los miembros de la élite haitiana, quienes consideraban intolerables las reformas emprendidas por el mandatario.
Después de permanecer por más de tres años (3) en el exilio, en este caso Venezuela, Aristide regresa y es restituido en la presidencia de su país para restablecer la democracia y el orden interno en la isla para realizar los cambios profundos que requería el país.
Aristide pudo regresar el 15 de octubre de 1994. Recibido triunfalmente por su pueblo, sus primeras palabras fueron «No a la violencia, no a la venganza y sí a la reconciliación». Inmediatamente jubiló a todos los militares de grado superior y reorganizó el ejército. El Fondo Monetario Internacional, le aconsejó el inicio de una política de privatizaciones. Convocó a elecciones presidenciales para diciembre de 1995, a las que no podía volver a presentarse ya que la Constitución prohibía un segundo mandato. Aristide impulsó a su amigo René Préval, y creó lo que hoy es el partido político más importante de Haití, Fanmi Lavalas, resultando electo, la sucesión presidencial tuvo lugar el 7 de febrero de 199610 .
Aristide decide participar en las elecciones presidenciales del año 2000, siendo electo sin la participación de la oposición, ya que la misma, alegaba que las pasadas elecciones presidenciales habían sido fraudulentas. “La oposición se niega además a participar en las elecciones a menos de que Aristide dimita”.11 .
Aristide es presionado por los EE.UU. el gobierno estadounidense y sus adversarios políticos de la isla antillana lo visualizaron como un presidente de izquierda por las reformas que quería implementar a favor del pueblo. Resulta claro, que sus detractores no iban a permitir que Aristide llevara a cabo su plan de gobierno con éxito en la isla caribeña, en efecto, comienzan a realizar actividades de sabotaje en todo el país, bandas armadas atacan a las instituciones gubernamentales, así como a los funcionarios públicos; con el objetivo de crear el caos de ingobernabilidad en el país para provocar la salida del presidente. “El 28 de julio de 2001, hombres armados y vestidos con ropas de camuflaje, presuntamente antiguos oficiales del Ejército, atacaron tres estaciones policiales en otras tantas localidades del norte y el sur así como la Academia de la PNH en Puerto Príncipe, matando a cinco agentes”12.
Estas acciones se realizaban por el temor de las élites haitianas y del imperialismo norteamericano de perder sus privilegios. Esta situación de enfrentamiento, entre los partidarios de Aristide y los sectores de oposición, se convirtió en la justificación para derrotar al presidente Aristide, por la supuesta ingobernabilidad del país. El mandatario fue secuestrado el último día de febrero por soldados estadounidense y enviado al continente africano rumbo a Sudáfrica. “Ya con Aristide fuera del país, los Estados Unidos solicitaron al Consejo de Seguridad de la ONU, la creación de la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (MINUSTAH), fuerza que permaneció en el país caribeño un tiempo determinado”13. Por su parte, los golpes de estados contra los mandatarios electos democráticamente, y asesinatos de los mismos; nos enseña que en pleno siglo XXI, las potencias imperialistas, siguen interviniendo, en los asuntos internos de los países que quieren ser libres e independientes.
Dentro de este contexto político, Haití presentó una crisis humanitaria acrecentada por el terrible terremoto del año 2010, en donde los organismos internacionales se hicieron de la vista gorda para con canalizar grandes ayudas estructurales. Antes bien, la ONU con él envió de los cascos azules a la isla caribeña, complicó más el problema sanitario en perjuicio de la población haitiana. El organismo internacional ha reconocido que por error y sin la previa revisión del personal militar que envió a la isla, se infectaron a miles de personas del país caribeño.
“Cuando el dirigente de las Naciones Unidas se disculpó con los haitianos por la epidemia de cólera que ha asolado a ese país durante más de seis años (provocada por los integrantes de las fuerzas de paz infectados que envió para protegerlos), declaró que tenían la “responsabilidad moral” de arreglar las cosas”14.
Haití parece estar condenada al abandono internacional por parte de los países desarrollados y de los organismos financieros internacionales como el FMI y BM. Por el hecho, de haberse liberado de la opresión francesa a partir del siglo XIX los habitantes de la isla caribeña han sido objeto de todos los experimentos impuestos por las potencias, como las dictaduras, los terremotos, el cólera, creación de grupos paramilitares, pandillas, entre otros.
La crisis alimentaria en Haití es el resultado de las reformas económicas de carácter estructural que han aplicado los gobiernos de la región latinoamericana y caribeña producto de las presiones de los organismos financieros internacionales, como es el caso del Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Estas organizaciones se niegan a otorgar préstamos a los países en desarrollo si ellos no aplican políticas de apertura de mercado: disminuciones arancelarias, eliminación de subsidios, reducciones o eliminación total de programas de incentivo económico a los agricultores y privatización de empresas públicas, entre otras.15
En la última década del siglo XX, Haití se perfilaba como una potencia en la producción de arroz de la región, sin embargo, por presiones de los EE. UU., y de los organismos como el FMI, BM se impidió su desarrollo económico. Sus gobernantes se han visto en la necesidad de aplicar políticas arancelarias en el cual, el gobierno redujo drásticamente los aranceles con el propósito de aceptar los rubros del exterior en perjuicio de los productores internos.
“El arancel promedio en Haití pasa en 20 años entre 1982 y 2002, de 27,7% en 1982, a 2,9% en 2002”16. .Es por ello, que la economía de la isla está diezmada por más de un siglo, se encuentra en la banca rota desde de la independencia. La administración de Bill Clinton causó que la producción de arroz fuese vetada por parte de los interesados en adquirir el producto, lo que llevó a la quiebra a los productores del cereal en la isla caribeña.
En la actualidad tres cuartos del arroz comido en Haití provienen de EE. UU”. (ídem.). Desde esta óptica debemos resaltar que en Estados Unidos la producción de arroz está subsidiada por el Estado. Así, “en 2003, los productores de arroz de EE.UU recibieron 1.700 millones de dólares en subsidios (…) un promedio de 232 dólares por hectárea de arroz cultivada (…) los exportadores de EE.UU vendieron el arroz entre un 30% y un 50% por debajo de sus costes reales de producción.17
Haití en números socio económicos
A continuación, los datos estadísticos de la isla caribeña, para corroborar los índices de pobreza de sus habitantes, servicios de salud, educación de la población haitiana, así como los datos económicos.
La pobreza es más extrema en las zonas rurales, que, en la ciudad, donde residen casi las dos terceras partes de los 7,5 millones de habitantes del país. El 80% de la población sobrevive con menos de US$1 al día, según el Banco Interamericano de Desarrollo. En materia de salud, el país caribeño invierte muy poco en la salubridad de la población haitiana, en su informe “Subraya que el gasto público per cápita en salud es de US$13 al año, por debajo del promedio de US$15 en los países de bajo ingreso, y mucho menos que el promedio entre sus vecinos como la República Dominicana (US$180) y Cuba (US$781)"18. Existen 10 médicos por cada 100.000 habitantes. Prevalece una mortalidad infantil muy alta y prolifera una gran cantidad de patologías como el sida, el cólera, la tuberculosis, entre otros. Se estima que el número de niños menores de 15 años que han perdido por lo menos a uno de sus padres por el SIDA asciende a 200.000.
La relación de clínicas por habitante a nivel nacional es de 0,3 cada 10.000, muy por debajo de la norma establecida por el Ministerio de Salud Pública y Población de Haití. (…).“La disminución de la ayuda internacional significa que a menos que se priorice la atención primaria de la salud mediante un mayor acceso a tratamientos esenciales para los más necesitados, la cobertura universal de salud no será posible”, dijo Eleonora Cavagnero, Economista en Salud para Haití del Banco Mundial y autora principal del informe19.
La educación en Haití, se ha visto afectada por falta de un presupuesto justo para la población haitiana. “El gobierno asigna sólo una pequeña proporción de su presupuesto al sector (3,5% del PIB en 2014 de acuerdo con la Evaluación de la Pobreza de Haití del Banco Mundial) y solamente opera alrededor del 15% de todas las escuelas”20. En la que más de la mitad de las mujeres haitianas adultas no saben leer ni escribir. La educación en la isla caribeña en su mayoría es privada, los maestros no están bien preparados para impartir la docencia y la formación de los ciudadanos haitianos; por lo demás, cuenta con poco material didáctico para la educación.
Los haitianos tienen un bajo nivel de vida en relación a los 196 países del ranking de PIB per cápita. En cuanto al Índice de Desarrollo Humano o IDH, que elabora las Naciones Unidas para medir el progreso de un país, indica que los haitianos están entre los que peor calidad de vida tienen en el mundo.
“La mayoría de las naciones de la región registraron un IDH alto y medio, con un sólo país en la categoría de bajo, Haití (en el puesto mundial 163); siendo Chile en el puesto 38, y Argentina, en el 45, los únicos países latinoamericanos con un desarrollo humano muy alto”21.
El magnicidio del presidente Jovenel Moise
En consecuencia, a los problemas estructurales que tiene la Isla caribeña, se une las contradicciones internas por el poder político; que son muy complejas, ya que, el vil asesinato del presidente Jovenel Moise, ocurrido el 7 de julio de 2021, complicó más la situación para restablecer la estabilidad política y la democracia dentro del territorio haitiano. Un grupo de mercenarios ingresó a su residencia privada presidencial en Puerto Príncipe; organizado desde el exterior.
El actual mandatario interino Ariel Henry, parece estar dispuesto a que, Haití, vuelva al camino de la democracia, al rescate de las instituciones, a la estabilidad política y económica, entre otras. En este sentido, “Henry afirmó que en 2024 “debemos hacer todo lo posible para volver a poner a Haití en la senda de la democracia, la Constitución y el Estado de derecho”, señalando que la solución pasa por crear un clima de paz para que puedan realizarse elecciones. Dio seguridad de que el Gobierno que dirige cree en el diálogo y, por tanto, está abierto a la integración de todos los compatriotas que lo deseen. “Hemos decidido avanzar con los que quieran; los demás se nos unirán por el camino”, previó. El problema del hambre y la omnipotencia de las bandas también fueron abordados en su discurso, al tiempo que recordó que la agricultura requiere de agua”22.
Debido a esta situación crítica que vive el país caribeño, ha conllevado al desplazamiento forzado de miles de haitianos a lugares más seguros, y ha estimulado a una diáspora forzada a gran cantidad de profesionales hacia el exterior.
Más de 37 policías han muerto, registran los datos del sindicato policial. Más de 200.000 personas han sido desplazadas, según Naciones Unidas. Cientos de estos desplazados viven en condiciones inhumanas en campamentos improvisados e inadecuados para ellos. Varios miles de haitianos se han ido del país, sobre todo a EE.UU., Canadá, México y Nicaragua, huyendo de la imparable inseguridad y pobreza. Entre los que se marchan en masa hay profesores universitarios, estudiantes de postgrado, ejecutivos del sector público y privado y médicos23.
Vuelven los cascos azules
Finalmente, el clima de inseguridad que vive el estado haitiano, debido a a las constante violaciones de los derechos humanos de la población civil, por parte de las pandillas, que tienen el control en gran parte del territorio. En este sentido, el Consejo de Seguridad de la ONU, recientemente, aprobó, el envió de una fuerza internacional, para hacerla frente a estos grupos terroristas que, mantiene en zozobra a la población antillana. En ese sentido, “El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó en octubre pasado la conformación de una fuerza de seguridad multinacional que apoyará a la Policía Nacional de ese país para enfrentar las bandas armadas y restaurar el orden. Kenia, país africano está al frente de ese polémico contingente, al que se sumarán otros países”24.
De esta manera recibe, la maltraída Haití sus 220 años de dolorosa independencia.
Referencias biográficas
1. Ecured.cu. Tratado de Ryswick. P.1.
2. Gobierno de España. (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España). P.1.
3. Josep María Fradera. Entre el miedo y la codicia. Septiembre 2017 Revista de Libros. P.1.
4, Louis-Philippe Dalembert, Haití, la deuda originaria, 22/10/2014. P.1.
5. El nuevo diario. Com. Managua. Haití y el precio de su libertad. 29-6-2014. P. 1.
6. Ídem.
7. Ídem.
8. Ídem.
9. Ídem.
10. Ídem.
11. Nick Caistor, conflicto en Haití. 6 de febrero 2004. P. 1.
12. Ídem.
13.Ídem.
14. RICK GLADSTONE. The New York Times. P. 1.
15. Perspectiva Internacional. Número 11. agosto 2008. P. 1.
16.Ídem.
17.Ídem.
18. Banco Mundial, Haití: Nuevo informe del Banco Mundial insta a incrementar presupuesto de salud y mejorar el gasto para salvar vidas junio 27, 2017
19. Ídem.
20. Anne Sofie Olsen. Haití: Pasando de una educación privada a la pública. P.1.
21. Rafa Pérez. CIbercuba, noticias. P.1.
22 OElDiario.es.
23. Idem.
24 Ibídem.
Publicado por AiSUR
Agenicia Internacional del Sur, medio de difusión del Centro de Saberes Africanos, Americanos y Caribeños