Ha General de África
La llegada del islam y la expansión del imperio musulmán
M.EL FASI e I. HRBEK
(Tomado de la Historia General de África. UNESCO)
En el capítulo 1 hemos visto los acontecimientos más importantes del Viejo Mundo en la relación con la historia de África en los siglos I/VIII y los siglos V/XI. Este estudio nos pone de manifiesto que la sociedad islámica fue una de las potencias más importantes en el campo de la religión, política, económica y cultura.
La finalidad de este capítulo es la descripción de la llegada del islam, su expansión política y evolución doctrinal como base necesaria para poder entender los diferentes acontecimientos históricos e ideológicos que serán tratados o mencionados tanto en este como en el resto de los volúmenes de la Historia General de África.
Observaciones preliminares
Desde el punto de vista islámico no es correcto el afirmar que el Profeta Mahoma sea el fundador del islam o que estuviera predicando una fe nueva. El islam no es el nombre de una fe única que Mahoma predicara por primera vez, ya que fue el último de los profetas que repitió reiterativamente la fe de su predecesor. Eso está basado en lo siguiente de la doctrina islámica: Habiendo Dios, ya que El creó a los hombres, enviado profetas para que los guiara y para mostrarles el mejor camino que seguir en la tierra preparándolos para su eterno descanso y felicidad, decidió por fin que la humidad había alcanzado un grado de perfección tal que estaban preparados para recibir su última revelación y para entender y apreciar las leyes que deberían gobernar su comportamiento en todos los campos. Un árabe procedente de la ciudad de la Meca, llamando Mahoma ibn` Abd Allah, de la tribu Quray, fue elegido como el último de sus profetas.
Los prodecesores de Mahoma como profetas —aparte de algunos menos importantes—Abraham, Moisés y Jesucristo, quienes basándose en las escrituras reveladas a ellos por el Cielos, predicaron la existencia de un único Dios. Aquellos quienes creyeran en esos profetas y en las escrituras, judíos y cristianos, son llamados ahl al-kitab (gentes de libro) y, como poseedores de una parte de la verdad revelada, tienen derecho a un trato especial por la parte de los musulmanes. Desde el principio la intención de Dios fue que la humanidad creyera solamente en El como el ser superior. Asi, los mensajes sucesivos contuvieron dos dogmas fundamentales: monoteísmo y universalidad. Los judíos fueron el primer pueblo en posesión de este mensaje, pero en el curso de la historia se desviaron del mensaje original arrebatando la creencia monoteísta como propiedad de ellos negándosela a los demás. Para rectificar este error, que no era el propósito original de Dios, envió a Jesús, quien en efecto restableció la universalidad del monoteísmo. Pero los cristianos, como los judíos, se desviaron proclamando a Jesús hijo de Dios y, de esta forma, abandonando el credo monoteísta. Y fue a Mahoma a quien se le se le confió la misión de volver a llevar a toda la humanidad a la original creencia monoteísta universal: el islam. Mahoma, por tanto no es el fundador del islam, una religión que ya existía previamente1, sino el último en la cadena de los profetas, siendo <<el sello de los profetas>> (katimu l-anbiya). Por tanto, el islam venera a todos los profetas que le precedieron como mensajeros de los deseos de Dios. Según la doctrina islámica, Jesús fue un simple mortal aunque fue deseo de Dios, el que su nacimiento fuera un simple milagro como la creación del primer hombre, Adán, origen antepasado de la raza humana. De esto no se puede deducir que tuvieron ni una sola partícula de divinidad. Su madre, la Virgen, nuestra señora Miriam—mawlatuña Miryam como la llaman los musulmanes—, cuenta con el máximo respecto en el mundo islámico. Jesús no fue asesinado por los judíos, sino que Dios llamo a su presencia. No necesito redimir el pecado de Adán, ya que Dios perdono a este antes de obligarle a abandonar el paraíso y vivir en la tierra.
Para leer el ensayo completo entre a este enlace: Expansión del Islam en África
Fuente: Tomado de la Historia General de África (UNESCO)
Publicado por AiSUR
