Sudáfrica celebra el Mes de la Mujer en momentos en que crece la violencia contra ellas, en la mayoría de los casos de manos de aquellos en los que confían: esposos, novios, padres y tíos, se denunció hoy.
Susan Shabangu, ministra de la presidencia responsable del tema de la mujer, dijo a la prensa que estas celebraciones ocurren cuando hombres y mujeres están bajo el ataque de una incrementada violencia en todos los sectores y en el caso de las féminas son las más afectadas por simplemente haber nacido mujeres.
Esta jornada anual rinde tributo a las mujeres que en 1956 marcharon hasta la sede del gobierno para protestar contra leyes injustas que restringían su libertad de movimiento y desestabilizaron familias y sus medios de subsistencia.
En esa ocasión 20 mil mujeres llevaron el claro mensaje de que no serían intimidadas y silenciadas por esas injustas legislaciones.
La Ministra dijo la violencia contra las mujeres y niños es para controlar y mostrar poder sobre el cuerpo femenino, por lo cual está previsto incrementar el trabajo con el sector masculino de la población.
Como sociedad nos movemos juntos, hombres y mujeres, a pesar de los muchos desafíos, precisó Shabangu.
'Como sudafricanos, un pueblo vibrante que ha demostrado muchas veces que trabajamos de conjunto, podemos cambiar el mundo y desmantelar el Sistema de opresión. Nuestros esfuerzos colectivos desde todos los sectores de la sociedad nos trajeron la victoria contra la colonización y el apartheid...
'De la misma forma es nuestro esfuerzo colectivo como hombres y mujeres el que nos conducirá a la victoria del terrible mal de la violencia sobre la base de genero', subrayó.
El programa para este mes incluye promover los agentes de socialización, tales como familias, instituciones religiosas, escuelas, amistades y los medios de prensa, los cuales tienen un papel central en la transformación de la sociedad,
La Ministra señaló que cuando las niñas son enseñadas que son más débiles que los niño y ellos a que pueden dominar a sus hermanas, las consecuencias pueden muchas veces ser mortales en la adultez.
Agregó sin embargo que sería injusto 'considerar por qué las mujeres continúan siendo víctimas de la violencia sin considerar su propio papel en esa violencia' y afirmó que no se puede aceptar por las tiempo estar ajenos al impacto sicológico de la dominación.