El Inti Raymi o “fiesta del Sol” fue la festividad religiosa más importante durante el tiempo de los Incas. Hasta el día de hoy se sigue representando cada 24 de junio en Ecuador, Bolivia y Perú.
En el complejo arquitectónico de Sacsayhuamán, la ciudad del Cusco se ve marcada por el encuentro y mixtura de riquezas culturales y naturales que la hacen única, diferente pero a la vez indisoluble y misteriosa. Sus edificaciones, dispersas por el departamento cusqueño, forman parte del atractivo turístico e histórico del lugar.
Sin duda uno de sus principales atractivos es el recinto Sacsayhuamán, monumental complejo arquitectónico ubicado en la zona norte del Cusco, a dos kilómetros de la ciudad y a 3671 metros sobre el nivel del mar. Sacsayhuamán fue una de las fortalezas más importantes del Tahuantinsuyo y además se encuentra considerado como una de las maravillas del mundo.
La FIesta del Sol
Cada 24 de junio, día en que el sol se encuentra en su punto más distante de la tierra y que además coincide con el solsticio de invierno, se celebra el Inti Raymi o “fiesta del Sol” en Sacsayhuamán, de fundamental importancia en el incario.
Durante la época de los Incas, el Inti Raymi era el más importante de los cuatro festivales celebrados en el Cusco, según relata el Inca Garcilaso de la Vega. Indicaba el inicio del año, así como el origen mítico del Inca. Tenía una duración de nueve días durante los cuales se realizaban bailes y sacrificios. El último Inti Raymi que contó con la presencia del emperador Inca se realizó en 1535.
En la noche de la víspera se apagaban todos los fuegos en el Tahuantinsuyo. En la gran plaza Huacaypata (hoy Plaza de Armas del Cusco) se concentraban todos los personajes del imperio.
Entre las sombras, la multitud esperaba con gran respeto la aparición del dios Inti (sol).
Generales, príncipes y toda la nobleza aguardaban en profundo silencio, muchos de ellos disfrazados de fieras y de otros animales de la mitología andina.
Al aparecer el sol expresaban su reconocimiento y lo adoraban como sumo, solo y universal dios, que con su luz y su virtud creaba y sustentaba todas las cosas de la tierra. Asimismo, le agradecían por las cosechas recibidas en el año.
El Inca, con la ayuda de los sacerdotes, “inducía” al dios Inti (sol) a volver con el favor de sus rayos para fecundar la tierra y procurar el bienestar de los hijos del gran imperio del Tahuantinsuyo. El fuego sagrado era renovado con un brazalete cóncavo de oro que se ponía contra la luz solar, cuyos reflejos se proyectaban sobre un trozo de algodón muy carmenado que se incendiaba en breve espacio. La lumbre sagrada era llevada al Coricancha, donde sería conservada por las acllas.
Durante la ceremonia también se realizaba el sacrificio de una llama para vaticinar el año venidero. Proseguía luego una gran marcha militar y al final todos se retiraban y estallaban en algarabía desenfrenada durante varios días.
Una manifestación cultural que perdura en la actualidad
En 1572 el Inti Raymi fue prohibido por el virrey Francisco de Toledo por considerársele una ceremonia pagana y contraria a la fe católica. A partir de esa fecha tuvo que celebrarse clandestinamente.
En 1944 Faustino Espinoza Navarro efectuó una reconstrucción histórica del Inti Raymi basado en la crónica del Inca Garcilaso de la Vega. Desde esa fecha la celebración volvió a ser un evento público que hasta el día de hoy es uno de los principales atractivos turísticos de nuestro país.
Actualmente el Inti Raymi es una representación teatral, pero también una de las manifestaciones tradicionales más evocadoras de identidad nacional en Perú, Bolivia y Ecuador porque simboliza los valores y recuerdos de su glorioso pasado.
Al compás de los aires musicales, delegados de los cuatro suyos desfilan con sus vestimentas típicas mientras ñustas, coyas y pallas avanzan en ondulantes columnas. De pronto, el Inca se deja ver, transportado sobre una litera y acompañado de un séquito de orejones y otros dignatarios que caminan a respetable distancia de él.
Mientras suenan los pututus, las cornetas y las quenas, el Inca se pone de pie, extiende los brazos hacia el horizonte y rinde homenaje al Inti elevando dos grandes vasos de oro llenos de chicha.
Inti Raymi y San Juan
La educadora peruana Rossana Mendoza Zapata, explica las coincidencia de las fechas:
"Hoy familias andinas y amazónicas en todo el Perú agradecen al sol por la vida. Las diferentes expresiones de espiritualidad se revitalizan cada año gracias la autoafirmación cultural de nuestros niños y jóvenes y el trabajo de miles de maestros y maestras ¡Feliz año nuevo andino!
Hoy, solsticio de invierno, es el día más corto del año y el inicio del año nuevo andino conocido como Inti Raymi o fiesta del sol, que fue prohibida durante la Colonia y recreada nuevamente desde la década de 1940. Uno de sus cantos más bellos es el dedicado por el Inca, con veneración y agradecimiento, al padre sol: Intillay Taytallay, kusikuywanmi napaykuykiku, kanchayniykiwan samikuspayku, Intillay Taytallay.
Y al igual que la celebración más importante para el mundo andino es el Inti Raymi, en el mundo amazónico lo es la fiesta de San Juan en la misma fecha ¿Una coincidencia? No. La fiesta de San Juan fue instaurada por las misiones evangelizadoras el mismo día que los pueblos amazónicos dedicaban ceremonias de fuego al sol para que se acerque más a la tierra y siga brillando para todos. Estas mismas ceremonias se dan en todo el planeta porque desde siempre los seres humanos hemos leído e interpretado el comportamiento de los astros y hemos creado ritos y costumbres en relación a ellos, a la tierra y a todos los seres de la naturaleza para vivir en armonía y favorecernos de lo que nos brindan para la subsistencia.
En señal de resistencia cultural, muchas escuelas, institutos, universidades, asociaciones culturales y familias andinas y amazónicas en todo el Perú, harán un alto en sus labores, realizarán ofrendas con hojas de coca, intercambiarán semillas, cantarán y bailarán para agradecer al sol por la vida, para que siga brillando y haciendo posible que la madre tierra sea fecunda. Estas expresiones de espiritualidad en nuestros pueblos originarios se revitalizan cada año gracias a la autoafirmación cultural de nuestros niños y jóvenes y el trabajo de miles de maestros y maestras que en las escuelas interculturales bilingües van al encuentro de los pueblos, para fortalecerlos en sus culturas y hacer pedagogía de los sentimientos y costumbres que los habita".
Fuente: Educared, Perú. RPP Noticias
Observatorio de Medios del Centro de Saberes Africanos, Americanos y Caribeños