El deslizamiento de tierra causado por aguaceros torrenciales que horas atrás barrió una comunidad aquí causó por lo menos 270 muertos, muchos de ellos niños sorprendidos en medio del sueño, dijeron hoy medios oficiales.
La estadísticas puede aumentar en el curso de las próximas horas, advirtieron medios oficiosos.
A medida que avanzan las tareas de salvamento en el distrito de Regent, en la periferia capitalina, sepultado bajo una montaña de lodo y desperdicios, prosiguen los macabros descubrimientos de cadáveres en medio de un paisaje dantesco por la magnitud de la destrucción.
Otras tres comunidades en el distrito metropolitano de Lumley siguen inundadas por las lluvias y sus residentes están siendo evacuados hacia alojamientos provisionales.
Las labores de rescate en Regent están obstaculizadas por los aguaceros, inusuales incluso para este país del oeste africano cuya temporada de lluvias se extiende seis meses.
El número de víctimas fatales desbordó las morgues de los hospitales y las autoridades decidieron comenzar la incineración de cadáveres para evitar el estallido de una epidemia en el país, que sufrió lo indecible durante el brote de Ebola que entre 2014 y 2016 contagió a más de 14 mil sierraleoneses de los cuales murieron tres mil 956.
La Unión Africana, la ONU y organizaciones no gubernamentales expresaron su solidaridad y voluntad de cooperar en el auxilio a los damnificados a los que el Gobierno ordenó abandonar la zona del alud para facilitar los trabajos de búsqueda y limpieza.