El estado somalí de Galmudug (oeste) está hoy bajo ley de excepción, decretada por el presidente de la región, Ahmed Haaf, destituido días atrás por un voto de no confianza del parlamento.
Desde 2012 Somalia es una república federal integrada por 18 estados de amplia autonomía sujetos a un gobierno central.
El mandatario fue reinstalado después que el parlamento destituyó a su presidente, Alí Ga´al Asir, y al vicepresidente, Mohammed Haashi Abdi Arabey, en medio de una pugna por la postura de la región en el conflicto que opone a Qatar con Arabia Saudita, Emiratos Arabes Unidos, Bahrein y Egipto.
Haaf emitió una declaración a favor de la postura saudita y demandó que el gobierno central, encabezado por el presidente Abdullahi Mohammed, abandonara su política de equidistancia respecto al diferendo.
Los cuatro países árabes rompieron nexos diplomáticos con Qatar a cuyo gobierno acusan de apoyar el terrorismo y le presentaron una lista de demandas que ese estado considera imposible satisfacer por inexistentes o lesivas a su soberanía.
Otros estados, Jubalandia, Puntlandia, Hirshabelle y Suroeste, respaldaron a Haaf y acusaron al gobierno central de aceptar demasiado rápido su impugnación, lo que desató una crisis política en este país, un estado fallido desde el derrocamiento en la década de 1990 del general Mohamed Siad Barre.
Las presiones surtieron efecto y las autoridades centrales aceptaron reinstalar a Haaf después de llegar a un acuerdo salido de negociaciones de urgencia.