Robert y Grace Mugabe
En la madrugada del 15 de novienbre el comandante de las Fuerzas Armadas de Zimbabue ha aparecido ante las cámaras de televisión para anunciar de manera eufemística que el Presidente de la República, Jefe de Estado, Comandante en Jefe de las Fuierzas armadas y del Partido, estaba seguro y que ellos (los militares) habían tomado el control del poder para garantizar que los corruptos del entorno del Presidente pagaran sus culpas. Leyeron una proclama en la cual aseveran respetar todo el ordenanmiento legal, no obstante secuestran al Presidente Legítmo, y Padre Fundador de la Nación, Robert Mugabe.
En días pasado, 6 de noviembre, el Ministro de Información de ese país anunció la destitución del Vicepresidente de la República, Emmerson Mnangagwa, alegando que éste "ha exhibido persistentemente rasgos de deslealtad, falta de respeto, engaño y falta de fiabilidad. Se hizo evidente que su conducta en el desempeño de sus funciones se había vuelto incompatible con sus responsabilidades oficiales".
Los entendidos en política aseguran que esa jugada buscaba que Primera Dama, Grace Mugabe, fuera la candidata a la presidencia del país que irá a elecciones el próximo año sin la candidatura del histórico líder. Dos días después, Mnangagwa sale del país alegando haber recibido amenazas de muerte. Emite una declaración de cinco páginas, prometiendo que regresaría a Zimbabue para dirigir a los miembros del partido y envió un desafío directo contra el líder de la nación, Robert Mugabe, y su esposa, Grace, en el cual señala que “El partido gobernante ZANU-PF (Unión Africana de Zimbabue – Frente Patriótico) no es propiedad personal para que usted y su esposa hagan lo que quieran”.
Se desencadenan los hechos
Dos días antes de la asonada militar, el Comandante de las Fuerzas de Defensa de Zimbabue, General Constantino Chiwenga, exigió "un alto" a la purga en el partido gobernante ZANU-PF y advirtió que los militares podrían intervenir. Al respecto, en una conferencia de prensa en la sede del ejército, a la que asistieron unos 90 altos oficiales. En una advertencia sin precedentes, declaró: "Debemos recordarles a los que están detrás de las traiciones actuales que cuando se trata de proteger nuestra revolución, los militares no dudarán en intervenir".
Cumpliendo su palabra, el miércoles 15 de noviembre, fuertes disparos y artillería se escucharon en los suburbios del norte de la capital. Las fuerzas armadas controlaron la emisora estatal, las calles que dan acceso a la capital y la residencia personal del jefe de estado, donde lo secuestraron. Horas después, el General Sibusiso Moyo, desde la sede tomada de la empresa de radiotelevisión estatal, Zimbabwe Broadcasting Corporation, se dirigió al país declarando que: "Deseamos asegurarle a la nación que su excelencia el presidente (...) y su familia están sanos y salvos y su seguridad está garantizada".
La Declaración es en realidad una proclama donde señala las causas de la asonada y hace llamados a diversos sectores del país y “aclara” al mundo que “esto no es una toma de control militar del gobierno”. No obstante, se ha producido la detención confirmada del Ministro de Finanza, y se presume la detención de otros dos.
Se pronuncia la Comisión de África Austral:
El presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma ha pedido calma y moderación y ha expresado la esperanza de que los acontecimientos en Zimbabue no conduzcan a cambios inconstitucionales de gobierno, ya que eso sería contrario a las posiciones de la SADEC y la Unión Africana. Asimismo, insta al Gobierno de la República de Zimbabue y a las Fuerzas de Defensa a que resuelvan el impasse político de manera amistosa y a garantizar que no se comprometa el mantenimiento de la paz y la seguridad en el país. Agregó que la SADEC seguirá supervisando de cerca la situación y sigue dispuesta a ayudar cuando sea necesario para resolver el estancamiento político de acuerdo con los protocolos y procesos establecidos de la organización.
La organización enviará, a través de Zuma, al Ministro de Defensa y del Ministro de Seguridad del Estado a Harare (capital de Zimbabue) para que se reúnan con el Presidente Mugabe y con los jefes de las fuerzas armadas de Zimbabue. Igualmente otra delegación viajará a Angola para informar al Presidente de Angola João Lourenço.
