Portaaviones EEUU
La expansión del coronavirus a nivel planetario, debilitó la operación militar antinarcóticos lanzada por Estados Unidos en el mar Caribe y que fue desplegada después que las autoridades de esa nación le pusieran precio a la detención del presidente Nicolás Maduro, según estudios.
El anuncio del operativo fue hecho por el presidente estadounidense Donald Trump el 1° de abril pasado quien apuntó que la flota naval del Comando Sur “ampliará su vigilancia” en el Pacífico y el Caribe.
Autoridades venezolanas realizan diariamente un análisis de los movimientos que cumplen las embarcaciones que navegan en el Caribe con ocasión del despliegue del Comando Sur de Estados Unidos. Tuvimos acceso a varios de esos documentos.
Desde el 16 de marzo al 16 de abril pasado se observaron 68 naves navegar por el Caribe, entre ellos 24 buques, 7 destructores, un submarino nuclear, 4 patrulleros, 4 portaviones, 8 tanqueros, 11 guardacostas y un grupo de ataque de portaviones. Pero de las 22 naciones que anunció Trump como respaldantes de la misión, solo se observó la participación de Francia, Holanda, Reino Unido y Singapur.
Y ya desde el 16 de marzo pasado se aprecia la crisis del coronavirus en el mundo militar estadounidense. El reporte de ese día apunta que “se ha ordenado una restricción de movimientos a los militares de los EEUU, hasta el 11 de mayo, bajo control absoluto por parte de los oficiales generales. Se trata de una medida extrema a la luz de verificarse casos de Covid19 en un buque de guerra de los EEUU”.
Ese mismo 16 de marzo, el monitoreo arrojó que, según reportes de fuentes abiertas, las fuerzas de marines en la costa este de los EEUU, en Georgia, Carolina del Norte y del Sur, y Virginia, han sido declaradas en pausa operacional, debido al Covid19. “Estas medidas declinan gravemente las posibilidades de que las fuerzas militares de los EEUU se empeñen en operaciones de combate en los próximos meses”, refiere.
A los tres días, es decir, el 19 de marzo, Trump ordenó desplegar los dos buques hospitales, Usns Mercy y Usns Comfort, para suplir las deficiencias médicas que ha generado la crisis del sistema de salud en los EEUU por la pandemia del coronavirus. Ambos buques alistan 750 camas.
Y el día 27 de marzo, es decir, tres días antes que Trump anuncie su operativo con la cuarta flota en el Caribe, se conoció por fuentes abiertas que el Portaaviones Uss Roosevelt CVN71, evacuó a 24 marineros positivos de Covid19, en la isla de Guam, océano Pacífico. “Es el único caso de buques operativos que reportan el contagio”, dice el informe de ese día. El comandante de ese portaviones fue relevado de su cargo el martes 31 de marzo y al día siguiente, se conoció que la dotación del Portaaviones Uss Ronald Reagan CVN76 también está contagiada con el Covid19.
La remoción del comandante del Roosvelt, fue porque presuntamente actuó “con juicio extremadamente pobre” según expresiones del propio secretario de Marina Thomas Modly quien anunció el desembarco de 2.700 tripulantes del portaaviones, a fin de cumplir cuarentena en hoteles de Guam.
Es decir, que el miércoles 1° de abril, cuando Donald Trump, informa desde su despacho sobre la operación en el Caribe, ya tiene encima una crisis militar traducida como “una ruptura en la cadena de mando en las fuerzas nucleares más importantes de los EEUU”, apunta el monitoreo de ese día. “No está dado el ambiente para desplegar una fuerza de tarea multinacional que conlleve dichas operaciones”, acota.
El desembarco. Y es el viernes 3 de abril cuando inicia en firme la operación multinacional en el Caribe dirigida por el Comando Sur de Estados Unidos que jefatura Craig Faller. Ese día se registraron varios zarpes de buques de guerra en Europa con destino al Mar Caribe, específicamente de Francia, Holanda y Reino Unido. Pero Francia anunció que sus naves (un buque, 2 helicópteros y 12 comandos navales) será de apoyo “a las colonias de ultramar en la venidera temporada de huracanes”.
Por Reino Unido zarpó un antiguo buque porta contenedores que puede ser convertido en buque hospital y cuya misión declarada es el apoyo a las islas del Caribe de habla inglesa. Mientras que de Holanda zarpó un destructor para reemplazar a otro que opera al sur de Curazao desde hace más de una semana. Y por EEUU se observó navegando al norte de las islas Bahamas, con rumbo al Caribe, un tanquero.
Del monitoreo se infiere que la isla de San Cristóbal y Nieves alojará una parte importante del comando y control para la proyectada operación en el Caribe. También detectaron la planeación de un “falso positivo” contra Venezuela para presentar ante el mundo presuntas incautaciones de drogas. Para ello, estaría dispuesto el destructor holandés Hmgroningen que el pasado martes se observó navegando al sureste de Bonaire.
Los días siguientes se informó que hay otros tres portaaviones donde registran marines contagiados por Covid19: el Uss Chester Nimitz, Uss Carl Vinson y Uss Ronald Reagan. Hasta el viernes pasado, el Pentágono registró 2.986 contagiados y dos fallecimientos.
La inusual vulnerabilidad
– “El impacto del Covid19 en la Marina de los EEUU podría tener enormes efectos negativos en su capacidad ofensiva, por lo tanto, están en un momento de gran e inusual vulnerabilidad”, dicen los analistas venezolanos que asesoran el Gobierno en el monitoreo del Caribe, entre quienes figuran el vicealmirante Luis Alfredo Torcat Sanabria, el almirante Orlando Maniglia y el ex jefe de Inteligencia de la extinta Disip, Humberto Nieves.
– La ruptura en las relaciones entre el Reino Unidos y el resto de Europa, ocasiona una descoordinación de sus operaciones en el Caribe, indican los analistas