Presidente de Mali Ibrahim Boubacar Keita
Malí es escenario de una creciente violencia yihadista, a manos de las liales de Al Qaeda y Estado Islámico, la cual ha potenciado también una incipiente violencia de tipo comunitario que enfrenta esencialmente a peul, a los que se identica con los terroristas, con otros grupos étnicos. A esto se suma una grave situación económica, la percibida corrupción de la clase política y ahora también el impacto de la pandemia de coronavirus.
A la cabeza de un movimiento radical heterogéneo que ha exigido desde junio pasado, la renuncia indiscutible del presidente de Malí, IBRAHIM BOUBACAR KEITA, MAHMOUD DICKO, influyente imám riguroso, se ha impuesto como el general de las tropas del anti sistema actual. Sus seguidores denuncian que estarían sujetos a represalias por parte de las fuerzas especiales de seguridad de Bamako.
Situación de crisis
Los incidentes recientes representan un recrudecimiento de la crisis, apenas dos días después de que Keita propusiera un acuerdo de unión nacional sustentado en cuatro pilares con el que busca poner n a las protestas convocadas por un sector de la oposición liderado por Dicko. Así, volvió a apostar por "un Gobierno de unión nacional abierto a todas las sensibilidades --mayoría, oposición, sociedad civil--" y defendió la necesidad de elaborar "un acuerdo político de unión nacional" que iría hasta 2023.
El presidente sostuvo que no podía hacer "oídos sordos" ante las reclamaciones de los ciudadanos, tras las dos multitudinarias protestas el 5 y el 19 de junio en Bamako promovidas por Dicko y otros grupos opositores, y anunció algunas concesiones en línea con sus exigencias. Sin embargo, el movimiento opositor encabezado por Dicko rechazó nuevamente el llamamiento de Keita y mantuvo su convocatoria de movilizaciones para este viernes, que ha sido redoblada con el llamamiento a la desobediencia civil.
Malí es escenario de una creciente violencia yihadista, a manos de las liales de Al Qaeda y Estado Islámico, la cual ha potenciado también una incipiente violencia de tipo comunitario que enfrenta esencialmente a peul, a los que se identica con los terroristas, con otros grupos étnicos. A esto se suma una grave situación económica, la percibida corrupción de la clase política y ahora también el impacto de la pandemia de coronavirus.
Fuente: Malijet.com
Publicado por AiSUR