Myanmar: el oscuro y convulso pasado del hermético país que se estaba abriendo al mundo y ahora vuelve a quedar en manos de los militares
(Redacción BBC News Mundo) Fue considerado un Estado paria cuando, entre 1962 y 2011, vivió bajo un duro régimen militar. Tras una endeble y breve transición democrática, ahora está en riesgo de volver a su oscuro pasado.
El ejército de Myanmar -también conocido como Birmania- dio el lunes un golpe de Estado y detuvo a la dirigente y noble de la Paz Aung San Suu Kyi, considerada por muchos como "la madre de la patria".
"Se sintió un poco como un déjà vu, como si volviéramos al punto de partida", le dijo a la BBC una joven de 25 años que prefirió no dar su nombre.
Pero esta no es la primera vez que la cúpula militar toma el poder por la fuerza. De hecho, lo sucedido el lunes trajo recuerdos amargos de tristes episodios de principios de la década de 1960 y de otro que tuvo lugar en 1988.
Todo cuando Myanmar comenzaba a forjarse un camino en el mundo con un gobierno civil más abierto y una líder que en su momento fue vista como una gran luchadora de los derechos humanos.
El eterno conflicto
Ubicado en el Sudeste Asiático, Myanmar es una de las naciones más herméticas del mundo, pese a compartir fronteras con China, Bangladesh, Tailandia, Laos e India, y además contar con una enorme diversidad étnica y lingüística.
La mayoría de sus 54 millones de habitantes habla birmano, aunque también se manejan otros idiomas a lo largo y ancho del país.
Se separó de la India británica en 1937, convirtiéndose en una colonia administrada por separado, antes de quedar devastada tras la invasión japonesa durante la Segunda Guerra Mundial.
Pero su historia como república independiente comenzó en 1948, cuando Reino Unido le otorgó la independencia.
El naciente país sería llamado Unión de Birmania y sus problemas comenzaron precisamente con la independencia, que se dio en medio de un conflicto interno que ha dejado cientos de miles de muertos, que todavía continúa y que ahora, siete décadas después, destaca como la guerra civil en curso que más se ha prolongado.
El conflicto ha sido en gran parte motivado por razones étnicas; varios grupos armados luchan contra las fuerzas armadas de Myanmar por su derecho de autodeterminación.
Y es que en Myanmar existen alrededor de 135 grupos étnicos oficialmente reconocidos, pero otros pueblos, como los musulmanes rohingya, no lo son.
En los últimos años, la difícil situación de este grupo étnico ha quedado de manifiesto y Naciones Unidas lo ha descrito como un pueblo "sin Estado" y "virtualmente sin amigos" dentro de las otras comunidades de la nación asiática cuya población es mayoritariamente budista.
Según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), desde 2007, más de 700.000 rohingyas han huido del país.
No son considerados ciudadanos, porque no tienen reconocimiento como grupo étnico y desde 1948 han sido víctimas de tortura, negligencia y represión. El Estado les prohíbe casarse o viajar sin permiso de las autoridades y no tienen derecho a poseer tierra ni propiedades.
Pero este no es el único grupo que no es reconocido por las autoridades birmanas. En la lista de las 135 etnias oficiales en el país, tampoco están los panthay (musulmanes de origen chino), los gurkha (originarios de Nepal), los birmanos indios ni los birmanos chinos.
Golpe de Estado de 1962
Tras la independencia, el líder independentista U Nu gobernó hasta 1958, cuando renunció y fue remplazado por un Ejecutivo provisional encabezado por el jefe de Estado Mayor del ejército, el general Ne Win.
Su gobierno militar dirigió el país hasta que se celebraron elecciones generales el 6 de febrero de 1960, en las que el entonces exmandatario U Nu obtuvo casi un 60% de los votos.
Pero su política de establecer el budismo como religión del Estado y su tolerancia hacia los movimientos separatistas enfurecieron a los militares y dos años más tarde, en 1962, U Nu fue derrocado en un golpe militar liderado por Ne Win, quien abolió el sistema federal e inauguró "el Camino Birmano al Socialismo".
Ne Win nacionalizó la economía, prohibió los periódicos independientes y formó un Estado cuyo único partido político era el Partido del Programa Socialista de Birmania.
Y en 1974 entró en vigor una nueva Constitución, que le transfirió el poder de las fuerzas armadas a una Asamblea Popular encabezada por Ne Win y otros exmilitares.
Levantamiento 8888 y primer arresto de Aung San Suu Kyi
Tras años de represión, finalmente la devaluación de la moneda fue la gota que colmó el vaso y desencadenó protestas estudiantiles contra el gobierno en 1987.
Estas protestas fueron multiplicándose poco a poco y el 8 de agosto del año siguiente comenzaron las manifestaciones antigubernamentales también conocidas como el Levantamiento 8888.
Esta ola de disturbios dejó miles de muertos y llevó a que se creara el Consejo de Estado para la Paz y el Desarrollo (SPDC, por sus siglas en inglés), una junta militar que gobernó al país hasta 2010.
La SPDC (entonces llamada Slorc) declaró la ley marcial, arrestó a miles de personas, incluidos defensores de la democracia y los derechos humanos, le cambió el nombre al país de Birmania a Myanmar, así como a su entonces capital, Rangún, que pasó a ser Yangon.
Otra decisión fue precisamente el arresto de Aung San Suu Kyi, hija del héroe de la independencia del país, el general Aung San, quien fue asesinado en julio de 1947 cuando ella tenía solo 2 años.
El primer gobierno civil en medio siglo
Myanmar estuvo gobernado por las fuerzas armadas desde el Levantamiento 8888 hasta 2011.
Durante todo ese tiempo, los generales que dirigieron el país reprimieron casi todos los movimientos disidentes y fueron acusados de graves abusos contra los derechos humanos, lo que provocó la condena de muchos países que aplicaron sanciones internacionales.
Una liberalización gradual comenzó en 2010, que condujo a elecciones libres en 2015 y a la instalación de un gobierno encabezado por la veterana líder de la oposición Aung San Suu Kyi al año siguiente.
Pero la operación del ejército contra lo que dijeron eran terroristas en el estado de Rakhine desde agosto de 2017 -que llevó a musulmanes rohingyas a huir a Bangladesh- dañó la reputación internacional del gobierno y puso de relieve el continuo control del ejército en Myanmar.
Naciones Unidas denominó el episodio como un "ejemplo de libro de texto de limpieza étnica".
El control militar se confirmó cuando Aung San Suu Kyi y su gobierno fueron derrocados en un golpe militar este lunes.
Desde 2011, los medios de comunicación de Myanmar han sido objeto de una relajación gradual de los estrictos controles estatales.
Pero, según Reporteros sin Fronteras, la libertad de prensa no ha sido una prioridad para el gobierno que asumió el cargo en 2016.
De hecho, el Estado todavía controla las principales emisoras y publicaciones, y la autocensura se practica comúnmente.
La Constitución le da poderes políticos a los militares
De igual forma, puede que en las elecciones de noviembre del año pasado, el Partido de la Unión, la Solidaridad y el Desarrollo (USDP, por sus siglas en inglés), respaldado por los militares, haya ganado solo una fracción de los votos, pero el ejército seguía teniendo gran influencia sobre el gobierno gracias a la controvertida Constitución de 2008, redactada durante el gobierno de la junta militar.
La Carta Magna birmana no solo les da a los militares una cuarta parte de los escaños parlamentarios de manera automática, sino que además les otorga el control de tres ministerios clave: Asuntos Internos, Defensa y Asuntos Fronterizos.
Mientras la Constitución siguiera siendo la misma, el ejército iba a retener cierto control de las decisiones que se toman en el país. Con este nuevo golpe de Estado, muchos temen que Myanmar vuelva a ser el "estado paria" que fue durante décadas,
Condenas al golpe de estado:
Secretario General de la ONU: El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, condenó "firmemente" el domingo por la noche el arresto por el ejército de Aung San Suu Kyi y de otros dirigentes políticos.
"La declaración de transferencia de todos los poderes legislativos, ejecutivos y judiciales a los militares (...) representa un duro golpe a las reformas democráticas en Birmania", añadió.
La Unión Europea condena el golpe en Birmania
La Unión Europea (UE) condenó "enérgicamente" este lunes el golpe de Estado militar en Birmania y la detención de varios miembros de su Gobierno, y defendió la transición democrática iniciada en el país en el 2011 tras casi medio siglo de dictadura militar.
"Condeno enérgicamente el golpe de Estado en Myanmar (Birmania) y pido a los militares que liberen a todos los que han sido detenidos ilegalmente en redadas por todo el país", tuiteó el presidente del Consejo de la UE, Charles Michel.
Por su parte, Estados Unidos, a través de un comunicado de la vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, sostuvieron estar "alarmados" por lo que se conoce de Birmani y reafirmaron su "fuerte apoyo" a las instituciones democráticas y urgieron a "os militares y a todos las otras parte a adherirse a las normas" y expresaron que se "tomará acciones contra los responsables si no se desandan los pasos tomado.
De la misma manera, Turquía y la India también expresaron su preocupación, mientras que el vocero del Gobierno japonés, Katsunobu Kato, indicó que "es importante que las partes implicadas resuelvan el problema de forma pacífica a través del diálogo basado en el proceso democrático".
Finalmente, el Ministerio de Asuntos Exteriores de China expresó que "esperamos que todas las partes gestionen sus diferencias dentro del marco legal y constitucional, y mantengan la estabilidad política y social".
¿Por qué cayó en desgracia Aung San Suu Kyi?
La líder de facto que acaba de ser destituida del poder por el ejército de Birmania arrastra el descrédito internacional desde el 2017, cuando se le acusó de avalar un genocidio y por lo que le fueron retirados varios galardones. Excepto el del Nobel de la Paz que ganó en 1991.
Pero el descrédito es algo que Aung San Suu Kyi viene arrastrando desde hace algunos años. La mujer que ganó el Premio Nobel de la Paz (1991) y fue retratada por una canción de la banda U2 (“Walk On”), jamás pudo conciliar la prédica con su gobierno.
A finales del 2019, ella compareció frente a la Corte Internacional de Justicia de la Haya. ¿Qué tenía que decir frente a la limpieza étnica que se sucedió en Birmania bajo su mandato? ¿Cómo era posible que una Nobel de la Paz no hiciera nada al respecto?
Dos años antes, el ejército birmano había asesinado a miles de rohingyas –minoría étnica de musulmanes que durante décadas han sufrido constante hostigamiento y son considerados ilegales en Birmania– y quemado sus casas y pertenencias.
“El ejército no es libre para violar y torturar, pero sí puede ir y pelear, porque, tal como se anota en la Constitución, las cuestiones militares son resueltas por el ejército. Eso es algo que estamos tratando de cambiar, hemos sido claros al respecto”, se excusó.
Así como la Corte de la Haya, otras organizaciones también cuestionaron a Aung San Suu Kyi. La Universidad de Oxford le retiró el Premio de la Libertad, mientras que el Museo del Holocausto de EE.UU. hizo lo mismo con el Premio Elie Wiesel.
Amnistía Internacional también le quitó el galardón de Embajadora de Conciencia (por su “vergonzosa traición de los valores que alguna vez defendió y porque ya no representa un símbolo de esperanza, valentía y defensa de los derechos humanos”).
Entre tanto, la activista Malala Yousafzai y más personas pidieron que se le retire el Premio Nobel de la Paz, pero eso nunca pasará. Aung San Suu Kyi todavía sigue siendo Nobel porque el galardón no se puede quitar una vez entregado.
Fuente: BBC; elcomercio.pe; Agencias
Publicado por AiSUR
Premio Nacional de Periodismo Necesario Anibal Nazoa 2020