Ébola
La República Democrática del Congo y el Ébola
La República Democrática del Congo (RDC) declaró el 4 de julio el final del brote de Ébola que estalló hace menos de tres meses en Mbandaka, la capital de la provincia de Equateur en el noroeste. Fue el tercer brote en la provincia desde 2018 y el decimocuarto en general en el país.
Con una mayor experiencia en el control del Ébola, los equipos nacionales de emergencia, con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus socios, montaron una respuesta rápida poco después de que se declarara el brote el 23 de abril, implementando contramedidas clave que incluyen pruebas, rastreo de contactos, prevención de la infección y control, tratamiento y participación comunitaria. La vacunación, una medida de protección crucial, se lanzó solo cuatro días después de que se declarara el brote.
En total hubo cuatro casos confirmados y un caso probable, todos los cuales murieron. En el brote anterior en la provincia de Equateur, que duró de junio a noviembre de 2020, hubo 130 casos confirmados y 55 muertes.
Matshidiso Moeti, director Regional de la OMS, informó que “gracias a la sólida respuesta de las autoridades nacionales, se ha puesto fin a este brote rápidamente con una transmisión limitada del virus. Se han aprendido lecciones cruciales de brotes anteriores y se han aplicado para diseñar y desplegar una respuesta al Ébola cada vez más eficaz”.
Durante el brote se han vacunado a un total de 2.104 personas, incluidos 302 contactos y 1.307 trabajadores de primera línea. Para facilitar la implementación de la vacunación se instaló un ultracongelador de cadena de frío en Mbandaka que permitió que las dosis de vacuna se almacenaran localmente y de manera segura y se entregaran de manera efectiva.
La República Democrática del Congo ha registrado 14 brotes de Ébola desde 1976, seis de los cuales han ocurrido desde 2018. Moetí declaró:
“África está viendo un aumento en el Ébola y otras enfermedades infecciosas que saltan de los animales a los humanos y afectan grandes áreas urbanas. Necesitamos estar cada vez más atentos para asegurarnos de detectar los casos rápidamente. Esta respuesta al brote muestra que al reforzar la preparación, la vigilancia de enfermedades y la detección rápida, podemos estar un paso adelante”.
La OMS apoyó a la República Democrática del Congo en la implementación de una sólida estrategia nacional desarrollada tempranamente para guiar la coordinación de la respuesta; descentralizar las operaciones al nivel más bajo para trabajar en estrecha colaboración con las comunidades; basar la respuesta en la evidencia y analizando periódicamente el riesgo epidemiológico para ajustar rápidamente la respuesta.
Aunque se ha declarado que el brote en Mbandaka ha terminado, las autoridades sanitarias mantienen la vigilancia y están listas para responder rápidamente a cualquier brote. No es inusual que ocurran casos esporádicos después de un brote.
La enfermedad, que afecta a humanos y otros primates, es grave y, a menudo, mortal. Las tasas de letalidad han variado del 25 % al 90 % en brotes anteriores. Sin embargo, con el tratamiento efectivo actualmente disponible, los pacientes tienen una probabilidad significativamente mayor de sobrevivir si reciben tratamiento temprano y reciben cuidados de apoyo.
