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Política

Burkina Faso: dos atentados dejan decenas de soldados muertos

Ataque terroristaAtaque terroristaVarios atentados en el norte de Burkina Faso atribuidos a grupos yihadistas causaron la muerte de al menos 70 soldados burkineses entre el 17 y el 19 de febrero. Se trata del atentado más mortífero desde que el capitán Ibrahim Traoré llegó al poder mediante un golpe de Estado a finales de septiembre de 2022.

Al menos 70 soldados burkineses han muerto en dos atentados perpetrados en el norte, cerca de Mali, en cuatro días, lo que confirma el recrudecimiento de la violencia yihadista en Burkina Faso desde principios de año. En total, las incursiones mortales atribuidas a grupos yihadistas han dejado más de 200 civiles y soldados muertos en el país desde principios de enero.

El lunes por la noche, al menos 15 soldados murieron en la provincia de Oudalan, en el extremo norte del país, a pocos kilómetros de la frontera con Mali, según fuentes de seguridad.

"El destacamento de Tin-Akoff fue objeto de un violento ataque", declaró una de las fuentes, citando un balance de "una quincena de muertos" y "elementos desaparecidos". Una segunda fuente de seguridad cifró el balance en 19 muertos y "decenas de desaparecidos".

Según la primera fuente, la respuesta aérea y terrestre del Ejército burkinés ha permitido "neutralizar" a "decenas de terroristas". Y las operaciones continúan, "concentradas en la provincia de Oudalan, que ha visto resurgir la violencia en los últimos días".

Es también en esta provincia, cerca de Déou, donde al menos 51 soldados murieron el viernes en una emboscada, una cifra aún provisional, según el Ejército. Se trata del ataque más mortífero desde la llegada al poder del capitán Ibrahim Traoré, mediante un golpe a finales de septiembre de 2022. "La cifra de muertos ascenderá sin duda a más de 100 soldados muertos", ha declarado Wassim Nasr, periodista de France 24 especializado en movimientos yihadistas.

Este atentado es también el que más muertos ha causado en el Ejército desde noviembre de 2021. Entonces, 57 gendarmes murieron tras pedir auxilio sin éxito. El atentado causó un profundo trauma en las fuerzas armadas y en la opinión pública y se produjo poco antes del primer golpe de Estado, en enero de 2022, que derrocó al presidente electo Roch Marc Christian Kaboré, acusado de "incapacidad" frente a los yihadistas.

En una reacción el martes a la emboscada de Deou, el capitán Traoré afirmó que en esta "batalla sembrada de escollos", el "impulso patriótico" y la "determinación" de las autoridades se mantuvieron "intactos hasta la victoria final" contra los grupos yihadistas. Según el Ejército, la respuesta al atentado del viernes acabó con la vida de 160 yihadistas.

"El grupo Estado Islámico ya estaba presente en estas zonas", declaró Wassim Nasr.

Llamado a la "unidad nacional"

El jefe de la junta puede contar con el apoyo de varios partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil.

"En estas horas difíciles, insto a todos los burkineses a cultivar el espíritu de unidad nacional y a apoyar a las autoridades de transición en su determinación de restaurar nuestra integridad territorial", declaró en un comunicado Zéphirin Diabré, presidente de la Unión por el Cambio (UPC) y ex ministro del presidente Kaboré.

"En estos tiempos difíciles", el Consejo Nacional de la Juventud de Burkina Faso (CNJ-BF), organización de la sociedad civil próxima a la junta, invitó en un comunicado "a todos los jóvenes a una unión nacional y sagrada en torno" a las fuerzas armadas, sus auxiliares civiles y las autoridades "en su determinación de restaurar nuestra integridad territorial".

El país, escenario de dos golpes militares en 2022, está atrapado desde 2015 en una espiral de violencia yihadista que comenzó en Mali y Níger unos años antes y se ha extendido más allá de sus fronteras. La violencia ha dejado más de 10.000 civiles y soldados muertos en los últimos siete años, según las ONG, y al menos dos millones de desplazados.

Poco después de tomar el poder, el capitán Traoré se fijó como objetivo "reconquistar" el 40% del territorio de Burkina Faso controlado por grupos yihadistas afiliados a Al-Qaeda y al Estado Islámico. Pero desde entonces, los atentados que se les atribuyen no han hecho más que aumentar y la emboscada del viernes es "la primera prueba real del capitán Traoré", titulaba el martes 'L'Observateur Paalga', un influyente diario independiente.

Su elevado número de víctimas es motivo de preocupación. "¿Cómo entender que siete años después, a pesar del modus operandi conocido por todos, nuestras fuerzas de combate sigan cayendo en emboscadas de este tipo?", se pregunta el analista político Harouna Traoré.

Deseosas de recuperar su "soberanía" en la lucha contra los yihadistas, las autoridades burkinesas pidieron el mes pasado que la fuerza francesa Sabre, compuesta por 400 soldados de las fuerzas especiales, abandonara el país.

La retirada se produce "en condiciones de cooperación adecuadas con los burkineses", declaró el martes la ministra francesa de Asuntos Exteriores en la cadena de televisión France 5. "Las cosas van bien", declaró Catherine Colonna.

El atentado más mortífero cometido en el país sigue siendo el de Solhan (norte), en junio de 2021, en el que murieron entre 130 y 160 civiles, según los informes.


Fuente: FRANCE24

Publicado por AiSUR

Premio Nacional de Periodismo Necesario Anibal Nazoa 2020


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