Eddy Kamuanga llunga junto a una de sus extraordinarias obras
La escena artística en la República Democrática del Congo es vibrante y floreciente, pero los talentosos artistas locales todavía luchan por el reconocimiento internacional. Anita Powell de VOA nos lleva a los estudios de algunos de los mejores talentos de Kinshasa.
El pequeño y sofocante estudio de Kinshasa, del pintor Eddy Kamuanga Ilunga, parece estar a mundos de sus resplandecientes y bien recibidas exposiciones extranjeras. El pintor de 25 años dice que está inspirado por la vasta riqueza cultural y mineral de su país, pero también por la dolorosa historia colonial de la región.
Ese mensaje brilla en sus cautivadoras y vertiginosas pinturas de figuras ataviadas con brillantes tejidos congoleses y franceses, con la piel oscura marcada por las marcas distintivas de las placas de circuitos impresos, que a menudo están hechas de cobalto congoleño. El trabajo de Ilunga se ha exhibido en Sudáfrica, Europa y los Estados Unidos, ya que el arte africano se ha vuelto cada vez más popular.Una de sus piezas puede alcanzar hasta $ 30,000 en una subasta internacional.
Pero esa cifra está lejos de su realidad cotidiana. Él alquila este espacio por $ 300 al mes. Sus pinturas deben ser importadas de Alemania. Y, según dicen los expertos de la industria del arte, aunque esos precios aparentemente altos lo convierten en uno de los artistas más lucrativos del Congo, su extraordinario trabajo solo alcanza los precios promedio según los estándares internacionales.
"Los artistas africanos se consideran de manera diferente en la escena artística internacional", dijo. "Y creo que es una lucha de muchos artistas en África obtener el mismo reconocimiento".
El celebrado escultor Freddy Tsimba señala que uno de los problemas es la falta de apoyo en el hogar. Sus cautivadoras obras de figuras humanas en forma de elementos desechados como casquillos de bala, llaves y cucharas se muestran internacionalmente, pero reciben poca atención dentro del Congo.
Freddy Tsimba junto a sus esculturas
Pero en el Congo no faltan obras de arte y creatividad: piezas originales y artesanías antiguas se venden para una canción en el bullicioso mercado de arte de Kinshasa, pero el arte de alta gama es raro, dice el promotor de arte local Fabrice Bashonga.
"El arte congoleño se está volviendo muy barato en el mercado internacional, principalmente por la falta de consideración a nivel local", dijo a VOA.
Artistas que vuelven a casa
El artista Vitshois Mwilambwe Bondo ha expuesto, y ha vivido, en todo el mundo, obteniendo la aclamación por sus complejos collages, que recuerdan el trabajo del pintor francés Henri Matisse.
vitshois mwilambwe bondo
Pero eligió regresar a casa, a pesar de los desafíos. Ahora trabaja en una incubadora recientemente establecida para jóvenes talentos congoleses en Kinshasa.
"Tenemos que construir la escena artística y hacer algo, ya que la gente puede comprar obras de arte en el Congo", dijo a VOA. "Y ahora, la gente está empezando a comprar, pero es un gran proceso, es un gran desafío".
El estudio también ofrece una vista rara en el paisaje artístico congoleño: artistas femeninas. Dina Ekanga, que crea imágenes clavando clavos en una tabla para formar figuras humanas, es una de las dos mujeres entre los 10 artistas que residen aquí. 
Trabajo de Dina Ekanga
"No es nada fácil", dijo. "Debido a que los hombres lo empujan un poco por todos lados, y especialmente en la escena artística congoleña, el mercado es bastante difícil".
La propuesta de Rolook Lukau Romario
Artistas más jóvenes tratando de hacer una marca
Y artistas más jóvenes como el pintor Romario Lukau dicen que luchan por establecerse en la escena. Es parte de Collective Takeyi, un grupo de cuatro jóvenes pintores representados por Bashonga. Sus obras brillan con color y vitalidad y se venden por alrededor de $ 1,000 cada una.
Por ahora, el grupo trabaja desde una modesta casa en un suburbio de Kinshasa, pero están soñando en grande.
"Mi mayor sueño es que la gente hable sobre el arte congoleño de la misma manera que hablamos sobre el arte estadounidense, la forma en que hablamos del arte alemán, la forma en que hablamos del arte belga", dijo.
