Una exposición fotográfica bajo el tema Patrimonio histórico-cultural: conocer para preservar, centra las actividades por el Día de la Cultura Nacional en Angola.
La muestra en el Instituto Medio de Artes (Cearte), de Luanda, forma parte de disímiles acciones en esta capital para la celebración de la fecha, instituida en 1986 en homenaje al padre fundador y primer presidente, Antonio Agostinho Neto.
Habrá también una exposición etnográfica en la Biblioteca Nacional de Angola, así como visitas a lugares históricos y culturales, y se colocará una ofrenda floral en el monumento a Neto.
La presentación en Cearte consta de 18 cuadros, en los que se recogen lugares estrechamente unidos al desarrollo de poblaciones, villas y ciudades como resultado de una herencia colonial que es necesario conservar para entender el devenir de la cultura angoleña.
Muchos de esos bienes poseen potencial para incluirse en la lista de patrimonio cultural de la humanidad de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), como el corredor del río Kwanza y Cuito Cuanavale, escenario de una batalla en 1988 que dictó la retirada definitiva de las tropas del ejército racista sudafricano.
El 8 de enero fue aprobado como Día de la Cultura Nacional por el decreto 21 publicado en el Diario de la República 87, I serie, de Noviembre de 1986, en homenaje a un discurso de Neto -ese día- ante la Unión de Escritores Angoleños.
La importancia que la cultura posee como uno de los elementos constituyentes del sustrato de la unidad nacional y factor esencial en la afirmación de la soberanía del país y promoción del desarrollo, fueron los ejes de las palabras del también Héroe Nacional.
En aquella ocasión, el médico y escritor dijo a sus colegas que la cultura no puede inscribirse en el chovinismo, ni pretender evitar el dinamismo de la vida, porque en definitiva resulta de la situación material y del estado del desarrollo social.
Luego, y en medio de exhortos a la investigación, llamó a no caer en los errores de los apologistas del realismo socialista, pues en su opinión ‘a la par de nuestra capacidad nacionalista, tendremos que intervenir de modo que nos inscribamos en el mundo, en la medida en que vayamos asumiendo la realidad nacional’.
Desarrollar la cultura no significa someterla a otras. Angola tiene una característica cultural propia, resultante de su historia o de sus historias, explicó Neto hace 40 años.
La defensa de las lenguas nacionales, el cuidado y revitalización de los monumentos, la masificación del consumo cultural entre los angoleños, resultan retos en ese rubro.