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La situación se agravó en el sureste de Níger con el ataque masivo el viernes último de la organización terrorista nigeriana Boko Haram, que desplazó a unas 50 mil personas, según estimados de la ONU divulgados hoy.

Las intensas operaciones de ese grupo islamista contra el Ejército por el control de la localidad de Bosso obligaron a esa población a abandonar sus comunidades, añadió un reporte del Alto Comisionado del organismo mundial para los Refugiados (Acnur).

 

La mayoría de los 50 mil desplazados huyen a pie hacia la ciudad de Toumour (30 kilómetros al oeste de Bosso, desde este domingo en manos opositoras), carece de alojamiento y necesita ayuda, acorde con Acnur.

Parte de ellos viaja también a la occidental Diffa (a 140 kilometros de esa ciudad) o hacia la norteña Kabelawa, esta última dotada de un campamento con capacidad para 10 mil personas, la cual, según testigos, ya está casi copada por refugiados internos. Aunque el gobierno nigerino aseguró que domina esa posición, los integristas se mantienen, según vecinos y autoridades de Bossso citados por distintos medios.

Los combates, en los que según el gobierno murieron 55 islamistas y 26 soldados, figuran acorde con el Acnur entre los más sangrientos provocados por Boko Haram en Níger desde que esa organización extendió en 2015 sus operaciones desde Nigeria hacia este país.

La organización islamista, considerada terrorista por la comunidad internacional, retomó Bosso el viernes mediante acciones contra fuerzas combinadas de los ejércitos de Níger y Nigeria, acorde con el gobierno de esa región fronteriza entre ambos países. Una operación ese día de los irregulares contra una base castrense causó la muerte de 32 soldados, dos de ellos nigerianos, y 67 heridos, en choques considerados de los más mortíferos entre los sostenidos en Níger por Boko Haram desde abril de 2015. El ejército local retomó Bosso en la mañana del sábado, pero perdió otra vez en la noche del domingo el control de esa demarcación cercana al lago Chad, embalse limítrofe entre Camerún, Chad, Nigeria y Níger, cuyos gobiernos enfrentan de modo conjunto al grupo islamista.

Desde que las milicias de Boko Haram ampliaron durante el pasado 2015 sus ataques desde Nigeria hacia esos otros Estados, unos nueve mil efectivos multinacionales, comprendidas tropas del vecino Benin, enfrentan a la organización terrorista. Según cifras oficiales, esa organización fundamentalista creada en 2002 acumula más de 17 mil muertos y unos 2,6 millones de desplazados desde que inició en 2009 sus operaciones en Nigeria para imponer un Estado islámico regido por la ley Sharia.

Numerosos países y organismos internacionales como la ONU, la Unión Africana, y la Organización para la Cooperación Islámica condenaron la actividad terrorista del grupo extremista en la región.

Fuente: Prensa Latina

Observatorio de Medios del Centro de Saberes Africanos, Americanos y Caribeños