Asimismo, Kagame ha cumplido muchas de sus promesas en términos económicos, entre ellas medidas de protección de la industria textil nacional frente a las importaciones de ropa usada procedentes de Estados Unidos.
Otro factor que favorece a Kagame es el recuerdo del referendo constitucional de dos años atrás que permitió una reforma de la Carta Magna para permitirle aspirar a un tercer mandato y más alla, hasta bien entrada la tercera década del presente siglo.
Las acusaciones de sus opositores de que no respeta los derechos a la libre expresión y de asociación, han hecho poca mella en el electorado que lo consideran con suficiente fuerza, prestigio y arraigo popular como para continuar el camino de la recuperación que requiere el país tras la traumática guerra civil.