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Opinión

¿Hay posibilidad de una guerra civil en Venezuela?

 Guerra civil en VenezuelaGuerra civil en Venezuela

Venezuela, a pocos días de la toma de posesión del presidente Nicolás Maduro para el período 2019-2025, se ha convertido en una especie de caja de resonancia de incesantes rumores alarmistas sobre una posible guerra civil que desemboque en una intervención militar extranjera o un golpe de Estado al estilo pinochetista.

Todas estas hipótesis parten de supuestos falsos cuyos objetivos se enmarcan dentro de la revolución de colores que con relativo éxito funcionó en Europa Oriental y en el Medio Oriente, bajo la máscara de implantar democracias liberales y cuyo trasfondo es regresar al estado más salvaje del capitalismo.

¿Por qué  en Venezuela esa agresiva campaña que inunda las redes sociales se basa en falsos supuestos? En primer  lugar los propiciadores de este tipo de salida violenta han desarrollado políticas apoyadas en mentiras y medias verdades,  además de ser “políticos” descalificados ante la opinión pública y el grueso del pueblo. Es mas, las contradicciones entre ellos han acabado con los intentos de convertirse en una oposición sólida  al  Gobierno.

En segundo lugar, hablar de guerra civil significa un enfrentamiento violento entre dos grupos o bandos de un mismo país. La oposición venezolana por sí sola no tiene posibilidad alguna de impulsar este tipo de guerra, sencillamente porque no tiene fuerza política ni capacidad militar para ello. Por esto sus llamados cada vez más desesperados es la intervención militar a través de países gobernados por la ultraderecha seguidores de los mandatos del imperialismo estadounidenses o directamente de este. Esto no es guerra, civil sólo se puede calificar de invasión extranjera.

La mentira como arma de guerra

En lo que sí han tenido relativo éxito los propiciadores de la violencia es en la difusión de que en Venezuela hay una dictadura que oprime al pueblo. Relativo éxito porque esa matriz se ha convertido en el argumento de la ultraderecha internacional  y por consiguiente de los gobiernos de esa ideología. Pero, no ha penetrado en las organizaciones de izquierda ni en los gobiernos que propician la justicia social. Como decía Eduardo Galeano “que dictadura tan extraña la de Venezuela que realiza elecciones casi todos los años”.  La gran paradoja: los enemigos de la democracia  tratando de derribarla en nombre de la democracia.

Pudiéramos señalar  muchas otras verdades que derriban esa mentira fascista, pero terminaríamos escribiendo un libro de varios tomos. Sólo vamos a señalar otras muy difundidas: Venezuela chavista vive una crisis humanitaria causada por el gobierno de Nicolás Maduro.

Media verdad, porque en el país hay una crisis, nadie lo duda, pero es incierto que la gente se esté muriendo de hambre. El Gobierno ha logrado desarrollar una política que le garantiza a la mayoría de los venezolanos los alimentos de la dieta básica a través de la entrega a precios irrisorios de las conocidas cajas clap. Como anécdota vemos a diario a muchos “escuálidos” hablando mal del gobierno pero cuando les entregan su caja son los primeros en colocarse en la lista para recibirla.

Otra mentira que se cae por si sola: Maduro hizo fraude en las elecciones presidenciales de mayo de 2018. La verdad: en estos comicios participaron Maduro y dos candidatos de oposición Henry Falcón y Javier Bertucci.  Maduro ganó con más de 6 millones 200 mil votos (67%) Falcón sacó 1 millón 900 mil (21%) y Bertucci 1 millón (11%) y contó con la presencia de observadores internacionales que dieron fe de la validez y transparencia de este proceso.

Lo que no dicen los difusores de la campaña de odio contra el país es que Venezuela está bloqueada económicamente por órdenes del imperialismo y tiene en los bancos millones de dólares represados lo cual impide la importación de bienes fundamentales como las medicinas.

Tampoco dicen que  a través del hospital Cardiológico Infantil se le ha salvado la vida a miles de niños tanto venezolanos como de otros países latinoamericanos, ni que se le ha devuelto la vista a centenares de miles oriundos de estos países e incluso de Europa y Estados Unidos mediante la Misión Milagro y muchos menos se habla de que con la Misión Robinson Venezuela tiene cero analfabetismo. Volvemos a Galeano: “Que extraña dictadura”.

¿La violencia va a revertir todas estas conquistas del pueblo? No lo creemos y si toca estar en el frente de lucha ningún patriota eludirá este compromiso.

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*El entrecomillado a la palabra “Políticos” obedece a que por su conducta más que líderes son percibidos como delincuentes, demagogos y mercenarios.

*CLAP  es la definición de Comité Local de Abastecimiento y Producción


Autor: Marcel Roo
Observatorio de medios del Centro de Saberes Africanos,Americanos y Caribeños

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