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Más de un siglo después de la masacre y el genocidio de alrededor de 110.000 personas de las etnias Herero y Nama de Namibia por tropas alemanas, Alemania reconocerá la matanza como genocidio admitiendo su culpa y pedirá perdón a Namibia.
Alemania, sin embargo, dejó claro que no pagaría reparaciones a Namibia, pero le ofrecería ayuda para el desarrollo. Un portavoz del gobierno de la canciller alemana Angela Merkel dijo que Alemania se disculparía formalmente ante Namibia en un hito de su admisión de la culpa histórica por las atrocidades cometidas entre 1904 y 1908 en la Alemania del Sur de África Occidental (actual Namibia).
La destrucción sistemática de 100.000 Hereros y unos 10.000 Namas se considera como el primer genocidio del siglo 20 y un antecedente del Holocausto. Miles de personas fueron expulsados al desierto, donde murieron de hambre y deshidratación. Los sobrevivientes del genocidio, que comenzó cuando la gente Ovaherero o Herero, dirigidos por Samuel Maharero y el capitán Nama, Hendrik Witbooi, se rebelaron contra el dominio colonial alemán, fueron enviados a campos de concentración donde la mayoría de ellos murieron de enfermedad, abusos e inanición. Muchas de las víctimas en los campos de concentración fueron decapitados y sus cabezas enviadas a Alemania para experimentos científicos.
Lo que comenzó como una lucha para hacer frente a una revuelta pasó rápidamente al genocidio al igual que a los asesinatos que continuaron mucho después del intento de liberación. En un comunicado que tenía un parecido escalofriante al lenguaje utilizado en el holocausto, el general Lotha von Trotha, el comandante de las fuerzas alemanas, comentó en 1904 sobre su política hacia los Herero: "creo que la nación como tal debe ser aniquilada o, si esto no es posible por las medidas tácticas, expulsados del país".
Alemania ha sido clara en su declaración de culpabilidad en el holocausto durante mucho tiempo y, el de 2 de junio, se unió a más de 20 países en reconocer oficialmente la masacre Armenia, durante el Imperio Otomano como un genocidio, pero no había reconocido hasta ahora su papel en el Genocidio Herero. Heidemarie Wieczorek-Zeul, ministra de Desarrollo de Alemania en 2004, describe las matanzas como "genocidio" en un viaje a Namibia, pero sus observaciones no fueron adoptadas como postura oficial del gobierno.
Directrices del Ministerio de Asuntos Exteriores empezaron a referirse a la masacre como genocidio hace un año, pero no ha sido hasta ahora que ha sido confirmado por el gobierno como política oficial en una respuesta escrita a una pregunta parlamentaria. "Buscamos una declaración política común de los siguientes elementos: un lenguaje común sobre los acontecimientos históricos y una disculpa alemana y su aceptación por parte de Namibia", declaró Sawsan Chebli, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores alemán.
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Un hecho dice más que mil palabras
El reconocimiento de tal atrocidad, que mató a los nativos, a cientos de miles y los despojó de sus propiedades, sus tierras, su cultura y su lengua es el primer paso para sanar viejas heridas, pero el gobierno alemán debe ir un paso más allá.
Al hablar a Aljazeera, un miembro del parlamento alemán (MP), Niema Movassat, explicó que el gobierno alemán ha ido retrasando la aceptación del genocidio de Namibia desde hace años, en un intento de evitar el pago de dinero a las víctimas.
Sin embargo, las consecuencias de la matanza todavía perduran hasta el día de hoy al igual que el holocausto. "La herida de la deshumanización y la brutalidad que las personas Ovaherero y Nama sufrieron a manos de la Alemania Imperial nunca ha sanado, y nunca se curará hasta que se haga justicia", afirma Ngondi Kamatuka, un descendiente de las víctimas y la cabeza visible de ’La Asociación del genocidio Ovaherero en los Estados Unidos’.
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Muchos huyeron y nunca regresaron a sus casas, mientras tanto, las tierras Herero expropiadas están ocupadas por miles de alemanes descendientes de los autores de este crimen. El Ovaherero secretario del Comité de Genocidio, Nokokure Kambanda Veyes, aclara: "Alemania debe proporcionar fondos para que el Ovaherero y el pueblo Nama puedan recuperar sus tierras tradicionales mediante la compra de nuevo de los agricultores alemanes. "Los líderes de la demanda de la comunidad Herero aseguran que la reparación no debe venir sólo en provisión de fondos, sino que debe prestar atención a los déficits de educación y de salud sufridos por el pueblo Herero y Nama durante generaciones.
El gobierno alemán planea ofrecer una ayuda al desarrollo en compensación a los pagos de reparación y, si bien esto parece una solución de compromiso razonable en la superficie, la eficacia histórica de la ayuda exterior en el desarrollo es esporádica en el mejor de los casos.
Los alemanes se han distanciado de los horrores que tuvieron lugar en Namibia durante décadas y, aunque la declaración de culpabilidad ofrece un sentido de legitimidad y consuelo a las víctimas, el gobierno debe dar un paso más para reparar sus errores.
