El lunes 31 de agosto, los principales movimientos rebeldes sudaneses y el gobierno de transición firmaron un acuerdo que ofrece una verdadera esperanza para el regreso de una paz duradera. Al comentar este acuerdo, el martes 2 de septiembre, con la agencia misionera Fides, Michael Didi Adgum Mangoria, arzobispo de Jartum, expresó dudas sobre su alcance. Magoria se mostró bastante dudoso sobre el alcance del histórico acuerdo de paz firmado el 31 de agosto por el gobierno de transición de Sudán y los principales grupos armados.
"No sé si podemos calificar este acuerdo como integral en la medida en que ciertas formaciones armadas presentes en Sudán no se adhirieron a él y porque escuché que no aceptaron firmarlo [...] Un acuerdo de paz se vuelve integral cuando todos los que están armados se unen al acuerdo sin que nadie quede excluido".
Acuerdo
La firma el 31 de agosto de un acuerdo de paz entre el gobierno de transición y los principales movimientos rebeldes es considerada por muchos observadores como un gran paso adelante, una victoria para el gobierno de transición que sucedió a El Bashir tras su caída en 2019. El acuerdo suponía poner fin a 17 años de conflicto armado que provocó miles de muertos y más de 2 millones de desplazados.
Después de firmar el documento, el Primer ministro, Abdullah Hamdok, expresó su satisfacción: "Hoy es el inicio del camino hacia la paz, una paz que necesita una voluntad fuerte y sólida". Los principales grupos rebeldes signatarios son: el Movimiento de Liberación de Sudán (MLS), de Abdelwahid Nour, sus disidentes del Consejo de Transición MLS, liderado por Alhadi Idris Yahya, y el Movimiento por la Justicia e Igualdad (JEM), de Gibril al Turabi.
Pesimista
Lejos del optimismo provocado por el acuerdo del 31 de agosto, para Mangoria hay "un cese de hostilidades" pero aún no un acuerdo de paz definitivo. “No es lo mismo que un acuerdo de paz”, agregó, "cuando solo hay un alto el fuego, la situación no debe equipararse con la paz ". En su opinión, este cese de hostilidades es un requisito previo para un diálogo inclusivo, la base para un acuerdo de paz definitivo.
Fuente: África Fundación Sur
Publicado por: AiSUR
Premio Nacional de Periodismo Necesario 2020