Por Francisco Bravo Atias
El 5 de octubre de 1988 sucedió algo en Chile que muchos soñaron, pero pocos creían que podría llegar a concretarse. Ese día, los chilenos destituyeron al dictador Augusto Pinochet tras un largo régimen de 17 años sin la necesidad una revolución armada ni de un asesinato, sino que preguntándole a la gente: "¿Quiere que Pinochet se quede? Sí o No".