Comenzaba a escribir esta nota cuando de repente: ¡zuás! todo se apagó. Fue el tercer atentado, * en menos de un mes, y las tinieblas volvieron a apoderarse de mi ciudad por la acción terrorista de una conspiración que ha roto el precepto bíblico y “hace el mal sin mirar a quien”. (Ya van más de cinco apagones programados).